Fútbol

Rosell: "Durante la moción de censura a Laporta cacé a varios espias en mi casa"

Rosell, durante su presentación oficial como candidato

La cautela es el principal arma de Sandro Rosell. La exhibe allá donde va. Por eso, cuando le preguntan por el supuesto espionaje al que ha sido sometido, responde con cautela, pero responde. "Sí, enganchamos a varios espías debajo de mi casa. Intuyo para quién trabajaban, pero como no tengo pruebas, prefiero no decir nada", responde críptico, el máximo favorito a ser próximo presidente del Barça. El candidato desvela entre líneas las escaramuzas de una dura batalla electoral.

Aquella investigación se desarrolló en junio de 2008. Por aquel entonces, Laporta fue sometido a una moción de censura que a punto estuvo de dejarle fuera del Camp Nou. El sector oficialista acusó a Rosell de estar detrás de aquel movimiento político.

Él siempre lo negó. Quizá por eso le pusieron investigadores. Él no lo admite, pero en Barcelona sospechan, y mucho, que fueron sectores cercanos al actual presidente culé los que mandaron seguirle.

"Todavía lo están investigando los Mosso d'Esquadra y preferiría no meterme mucho. Yo vivo en una calle muy estrecha. La persona que cuida de mi casa los vio. Los denunciamos y vino la policía. Ahora mismo no sé si alguien me vigila. No tomo muchas medidas al respecto. Si me quieren seguir, que me sigan, tendrán que hacer kilómetros porque iremos por el territorio catalán y fuera de Cataluña", explica en una entrevista concedida a la Cadena SER.

Las zancadillas de Laporta

Rosell sabe que tendrá muchos obstáculos para alcanzar el trono blaugrana. El espionaje podría ser uno de ellos, pero hay otros más sutiles. Ejemplo: el club ha firmado sus papeletas electorales con el nombre de Alexandre Rosell y no Sandro Rosell. "Se quiere confundir al socio", comenta Rosell. Traducción: todo vale para que el ex vicepresidente del Barça no logre su objetivo.

Las relaciones entre Rosell y Laporta se marchitaron hace mucho tiempo. El candidato sabe que el presidente ve en su aterrizaje en Can Barça un fracaso casi personal. Por eso surgen las zancadillas.

Rosell, sin embargo, huye de los rencores. "La figura de Laporta habrá que analizarla con el tiempo. La perspectiva ayuda. En la época de Gaspart muchos dirían que fue un mal presidente, pero ahora sabemos que Messi vino gracias a su gestión y la de Rexach. Quizá la gente piense distinto después de saber ese dato. Con Laporta puede pasar igual", explica.

¿Laporta cobró comisiones?

Su prudencia y cautela se mantienen incluso cuando la afrenta es personal y grave. Laporta le acusó de querer cobrar comisiones en una posible venta de Ronaldinho. "Me querellaré después de las elecciones", explica. "Y a la inversa, ¿sospecha que Laporta pudo cobrar comisiones de fichajes?", le preguntan.

"Yo nunca acusaré a nadie contra el que no tenga pruebas", afirma seguido de un lacónico silencio que responde más a la cuestión que la propia respuesta salida de sus labios. Se lee entre líneas que sospecha que sí, pero no tiene con qué poner a Laporta delante de los tribunales.

El que fuera su amigo durante las elecciones de 2003 le teme porque, creen en su entorno, que Rosell tirará de la manta y desvelará secretos que es mejor no revelar. "No me gusta esa expresión porque es demasiado agresiva. Yo prefiero decir que informaremos al socio. Realizaremos auditarías deportivas, económicas y laborales para conocer el estado del club", comenta.

La continuidad Joan Oliver y Johan Cruyff

Sólo una persona se someterá a un juicio inmediato que regate el de las auditorías. Joan Oliver, director general del Barça, será despedido si es presidente. "No podemos admitir mantener a alguien que ha espiado con el dinero de los socios a otros miembros de la junta directiva", explica.

Ni si quiera Cruyff escapará de su criterio. Para Rosell, el nombramiento del holandés (al que considera "un jugador y entrenador referencia del Barcelonismo") como presidente de honor es "alegal" porque no está contemplada en los estatutos del club. Además, advierte: "Será los socios mediante una asamblea general los que decidan si quieren que se mantenga esta figura o no

Uzbekistán, Florentino y Pep Guardiola

Otra de las víctimas de esas auditorías podría ser el contrato que el Barça, vía Laporta, mantiene con Uzbekistán. "Si ese contrato existe, lo rescindiremos de inmediato. No podemos llevar en la camiseta publicidad de UNICEF y apoyar a un estado considerado tirano", razona.

En el apartado deportivo, el candidato afirma que él no intermediará en este tipo de cuestiones. "Yo me presento para ser presidente, no director deportivo o entrenador", aclara. En su plan, al igual que el resto de candidatos, el respeto a la figura de Guardiola es máximo.

Él manda. El resto obedece. Por eso es vital que la figura del nuevo director deportivo se entienda a las mil maravillas con él. "Se entenderá a la perfección. Ya tengo pensado quién será, pero no pienso decirlo por ahora", explica.

Sobre el fichaje de Cesc y Villa, afirma que, si Pep les ha dado el ok, bienvenidos sean, aunque habrá que equilibrar la plantilla con "salidas" que son, para Rosell, "casi más importantes que las llegadas".

Afirma que tiene buena relación personal con Florentino, aunque en el ámbito profesional "casi siempre le he tenido como rival en los negocios". No le importaría aliarse con el presidente blanco en determinados asuntos de interés general, pero aclara que el Barça seguirá "sus propios intereses".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky