
"¿Y si refichamos a Robben?". La frase no es textual, pero podría serlo. El holandés del Bayern se sale. Regularidad más calidad explosiva, resultado: un galáctico Gran Reserva. Real Madrid y Barça posan sus ojos en el constatemente lesionado Ribery mientras el ex-madridista exhibe una salud de hierro y un rendimiento superior. ¿Y si el verdadero pelotazo fuera repescarlo?
"Cuando ves los partidos del Bayern, a quién te dan ganas de contratar es a Robben, no a Ribery. Ahora es Ribery el que está lesionado cinco días de la semana y no al revés", se comenta en los corrillos de periodistas que siguen al Real Madrid en Valdebebas.
La conversación tiene ya unos cuantos meses, pero sigue vigente, con más intensidad todavía después de ver el partidazo con el que el holandés deshizo el sueño europeo de la Fiorentina. Él fue la estrella, no Ribery. Vaya golazo del holandés.
No ha sido la única actuación estelar del extremo zurdo afincado en la banda derecha del Allianz Arena. Allí ha perpetuado de forma regular su rendimiento esporádico en el Bernabéu.
Vendido sólo por 24 millones
Desde que aterrizara por tierras germanas, le ha robado el protagonismo a todos sus compañeros. El Bayern son él y 10 más. Ni siquiera el histrionismo de Van Gaal le hace sombra. Se siente importante y lo mejor de todo, lo demuestra:
Ocho goles en la Bundesliga y dos en la Champions. En Europa lo ha jugado todo. En Alemania, con 1.103 minutos disputados, es el 12º jugador más utilizado por el técnico holandés, muy por encima de los apenas 575 del deseado Ribery (sólo ha disputado cuatro partidos de Champions).
A sus 26 años, se ha hecho mayor, futbolisticamente Todavía algunos se tiran de los pelos en Madrid después de venderle por 24 millones de euros.
Pellegrini confiaba en él
Su rendimiento actual dobla la suma por la que se marchó a última hora del verano a Alemania. No sólo la desesperación es financiera. También deportiva.
Su pretemporada fue impecable. Pellegrini confiaba en él. Sabía de su posible irregularidad, pero no le importaba tanto. Al contrario de otras temporadas en las que Robben era el único jugador desequilibrante, en la actual podría estar más dosificado y por lo tanto, lesionarse menos y dar un rendimiento mayor.
El técnico chileno lo sabía. Quería usarle como revulsivo de las segundas partes. Cristiano a un lado, Robben a otro. Vaya dupla. En caso de que el luso pidiera descanso, Robben le sustituiría.
Muchos se preguntan si el Real Madrid se habría librado de la pájara que le agarrotó durante la ausencia de CR9 en caso de que el actual 10 del Bayern hubiera cubierto su baja. Fútbol ficción, desde luego, pero no tanto a tenor de cómo se las gasta Robben.
¿Enmendar el fallo?
Mientras tanto, Valdano y compañía preparan el Real Madrid Galáctico 2.0. Ribery sería la guinda con la que completar este nuevo merengue. Una guinda cara, que rondará los 40 millones de euros. El doble para un jugador que está dando menos de la mitad de rendimiento que Robben.
Es el peaje que tiene que pagar el Real Madrid por intentar recuperar a la carrera parte de la inversión realizada en verano. Amén de limpiar el vestuario de todo lo que oliera a Ramón Calderón.
Todavía queda tiempo para reflexionar. ¿Enmendar el fallo? ¿Tantear el retorno? Improbable, aunque la lógica así lo recomiende. Y entre preguntas, otra que tortura más si cabe al Bernabéu. El Barça también busca un extremo ¿Y si fichase a Robben y éste siguiese con el mismo nivel en el Camp Nou que el que tiene en el Bayern? Pesadillas al cuadrado en Chamartín.