
Casi cuatro años después, la herida sigue abierta. Zidane dijo adiós con un vergonzoso cabezazo a Materazzi en la final del Mundial de Alemania que manchó su carrera. El astro francés lo tiene claro. Pide perdón al fútbol por aquello, pero no al italiano. "Prefiero morir", comenta Zizou.
Directo y sin rodeos. Así se explica Zidane: "¿Pedirle perdón a éste? Si le pido perdón, me falto el respeto a mí mismo y a todos los que quiero con toda el alma. Pido perdón al fútbol, a la afición, al equipo...pero a él no puedo. Nunca, nunca...sería deshonrarme... Prefiero morir".
En una entrevista concedida al diario El País, Zidane habla por primera vez tan a las claras de una acción que le acompañará por siempre y que hará que muchos le recuerden más por la anécdota que por su repertorio de genial astro del balón (algunos afirman que de no ser por aquello, podría haberse convertido en el quinto grande tras Di Stéfano, Pele, Cruyff y Maradona).
"En el campo pasan cosas. Me ha pasado muchas veces, pero ahí no pude aguantar. Porque además...no es una excusa, pero mi madre estaba enferma. Estaba en el hospital. Esto la gente no lo sabía, pero era un mal momento. Más de una vez insultaron a mi madre y nunca contesté, pero ahí... Y pasó", afirma el galo.
Contraluces de un ser brillante. Humanismo y normalidad de un tipo que busca dar ejemplo en todo momento. "A los jóvenes hay que decirles que se puede jugar de manera más noble. El fútbol es un deporte donde no debe haber humillaciones. Hay gente malvada y esos tíos no los quieres ni oír hablar. También hay rivales que te hacen reír e incluso compañeros que me hacían reír todos los días, como Ronaldo, un crack en todos los sentidos.
Sorprendido de su éxito
Zidane también descubre otros matices de su época como jugador. Por ejemplo su obsesión tras caer derrotado. "Mi problema es que no pensaba más allá del próximo partido. Esto era lo malo. Y cada partido era un problema porque, si jugábamos mal, despues entraba en casa y estaba mal. Hay gente que después de una hora lo asimila. Yo lo absorbo todo", afirma.
También reconoce la sorpresa de su propia trayectoria. Al ser preguntado por qué jugador le hubiera gustado ser, responde: "Lo que fui. Ni más ni menos. A lo mejor fui demasiado. Cuando era joven nunca pensé en llegar a este nivel". Zidane en esencia pura.