Fútbol

Los Ultra Sur 'se cuelan' en el viaje blanco a Marsella y dispara las precauciones de la policía

El aficionado radical del Olympique Santos Mirasierra

El Real Madrid viaja hoy a Marsella no sólo preocupado por lo deportivo. El club estima que unos 150 miembros de Ultra Sur se desplazarán este martes hasta Francia infiltrados entre otras peñas. Lo violento de los radicales del Olympique y los graves enfrentamientos con el Frente Atlético en Madrid hace un año hacen temer por nuevos y graves incidentes.

Al contrario de la poco ética costumbre habitual en el Real Madrid (y en otros clubes) en esta ocasión, el equipo de Chamartín no ha suministrado entradas a este grupo violento de aficionados blancos.

El 5% mínimo de localidades que, por obligación de la UEFA, debe dar el Olympique de Marsella a la afición visitante ha sido distrubuido a otras peñas. Medida preventiva insuficiente para la bien organizada red de radicales merengues.

Según fuentes madridistas, miembros de Ultra Sur han comprado localidades en estas peñas a título personal, repartiéndolas entre otros compañeros que viajarán de forma dispersa hasta reunirse en la ciudad de la Costa Azul y cumplir el que, según su página web, es básico objetivo:

"Recorremos miles de kilómetros sin la seguridad de volver todos enteros a casa, sin el aplauso de nadie... Porque no lo necesitamos, porque nosotros preferimos seguir a nuestro equipo donde vaya, que quedarnos en casa viendo la televisión."

Allí les esperarán los hinchas más exaltados de su rival europeo.

El factor Santos Mirasierra

Conocidos por sus habituales actos violentos (el Velodrome es conocido por tener uno de los ambientes más tensos de toda Europa), su historial reciente de conflictos en Madrid hace más peligroso un previsible choque entre aficionados.

Hace un año, los ultras franceses causaron disturbios en el Vicente Calderón en un encuentro de Champions League. La policía cargó y los directivos de su equipo acusaron a las autoridades españolas y del Atlético de Madrid de violentas y racistas.

El líder radical Santos Mirasierra fue detenido y provocó una oleada de ánimo de venganza entre muchos de estos violentos nazis del fútbol y algunos de los directivos franceses.

Pese a que los Ultra Sur rivalizan con el Atlético, en Marsella no se distingue mucho entre unos colores y otros. Tan sólo por ser aficionados de su próximo rival, ya son considerados enemigos que rechazar y castigar. Si encima son de Madrid, su odio aumenta unos cuantos grados.

La policía francesa desplegará un dispositivo especial en el encuentro, que ya ha sido declarado de alto riesgo tanto por la UEFA como por las fuerzas de seguridad locales, aunque nadie descarta que sea suficiente para frenar la intolerancia y sed de violencia de ambos grupos de ultras.

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