Toyota ha interpuesto una demanda contra Motors Liquidation (la empresa responsable de los activos desechados de la antigua General Motors) por un importe de 73 millones de dólares (56,5 millones de euros al cambio actual) por los daños derivados del cierre de una planta que mantenían ambas empresas en el Estado de California.
Con esta demanda, la compañía japonesa pretende cubrir los gastos de investigación y desarrollo resultantes de la ruptura del contrato por parte de la empresa estadounidense, cuando cerró prematuramente la fábrica New United Motor Manufacturing (Nummi) a principios de este año.