
"Las personas que tenemos una actividad pública tenemos que aceptar críticas, pero también tenemos un escenario privado, que no es solo nuestro, sino también de nuestras familias, que no tienen nada que ver con lo que hacemos", explica la vicepresidenta del Gobierno sobre el fallo judicial que no encontró delito en el escrache que sufrió.
"Nuestros derechos tienen un límite, que son los derechos de los demás. Algunos incluso son derechos de menores. Lo sigo manteniendo ahora: creo que hay un terreno que es el de la vida pública, y hay muchas instituciones para manifestarse, pero hay un terreno privado y familiar con personas con unos derechos que deben ser respetados. Pero los jueces han dicho otra cosa, y lo acato", ha concluido.