
El nuevo Papa se llamará Francisco a secas y, en las primeras horas de su Pontificado, gracias a los gestos que se han podido observar en todo el mundo en sus primeras apariciones públicas y a las revelaciones de algunos cardenales y los propios portavoces del Vaticano, se van conociendo algunas de las costumbres del nuevo Pontífice. Además de que su elección sorprendió a todo el mundo, incluso al mismo cardenal Jorge Mario Bergoglio, llama la atención que sigue pagando sus cuentas y no le gusta usar el coche oficial.
Así se desprende de las palabras de los voceros vaticanos, que han asegurado que el Pontífice se dirigió a la Casa Internacional del Clero, donde reside cuando viaja a Roma, donde tenía sus pertenencias, lo que indica que esperaba volver a Argentina, por lo que la elección también le sorprendió a él. Además, no ha querido marcharse de su residencia sin abonar la cuenta de su estancia para dar ejemplo.
La mañana posterior a su elección, Francisco pidió a un chofer que lo llevara al hotel de los religiosos, el Domus Internationalis Paulus VI, donde se había hospedado durante los días previos al inicio del cónclave esta semana.
"Quería ir a buscar su equipaje y sus bolsas. Había dejado todo allí", dijo un portavoz del Vaticano en un encuentro con medios.
"Se detuvo en la oficina, saludó a todos y decidió pagar la cuenta de la habitación (...) porque estaba preocupado por dar un buen ejemplo de lo que sacerdotes y obispos deberían hacer", agregó.