El escándalo generado por el informe que asegura que los responsables del banco de inversiones Lehman Brothers maquillaron las cuentas antes de la declaración de bancarrota en 2008 ha salpicado a la City de Londres, donde varios "pesos pesados" pueden afrontar procesos legales por su connivencia.
Así lo afirma hoy la prensa británica, que apunta a dos empresas: Linklaters, una de las firmas legales más prestigiosas del mundo, y Ernst & Young, la auditora, acusada esta última en el informe encargado por el Tribunal de Quiebras de Nueva York de "mala práctica profesional" en relación con el colapso del banco.
El documento, dado a conocer este viernes en EEUU y que cuenta con más de 2.000 páginas elaboradas a petición de la corte por el auditor Anton Valukas, señala que Lehman Brothers, cuya quiebra sacudió el sistema financiero, escondió sus problemas económicos a inversores, entidades reguladoras y agencias de calificación.