Hoy parte hacia París la nueva estrella del Museo del Prado de Madrid. La otra Gioconda, la descubierta en la pinacoteca española, se trasladará a la capital francesa para ser incluída en la exposición que el Museo del Louvre tiene previsto inaugurar a final de mes sobre la última obra de Leonardo da Vinci.
Fue pintada por uno de los aprendices de Leonardo en el taller del artista al mismo tiempo que la obra original. Se trata de la copia más antigua además de la versión más importante del famoso retrato que se conoce hasta la fecha.
Investigación
La pintura ha pertenecido al Prado desde la fundación del museo en 1819 por proceder de la colección de arte de la realeza española, pero contaba con una capa negra que cubría el fondo y un marco que se pensaba era de roble, frecuente en las obras de artistas del norte de Europa.
Los expertos empezaron un estudio técnico de la copia cuando el Louvre se la solicitó hace dos años para una exposición que se inaugura el mes próximo. Hallaron que había sido pintado sobre tabla de chopo, al igual que la Mona Lisa, y los infrarrojos mostraron que debajo del repinte negro había un paisaje de montañas como en la obra original.