Un año más, una de las obras que Eugenio Merino ha presentado en ARCOmadrid no ha dejado indiferente a nadie. El artista madrileño se ha convertido en el centro de todas las polémicas en esta edición, metiendo a Franco en un frigorífico.
La creación de Merino, muestra una estatua de Francisco Franco anciano y vestido de militar que aparece metido dentro de una máquina expendedora de una conocida marca de refrescos. Polémicas aparte, Always Franco, que así se llama la comentada escultura, se ha convertido en la obra más visitada en la 31 edición de ARCOmadrid.
Como contrapunto del éxito, el artista tiene que enfrentarse a las críticas y a una posible demanda. La Fundación Francisco Franco ha dado orden a sus abogados de interponer una demanda a Eugenio Merino por considerar que es una "burla al anterior Jefe de Estado".
Objeto de polémica
No es la primera vez que una obra de Merino es objeto de polémica. Hace dos años, otra de sus principales obras fue duramente criticada por Israel. La embajada israelí consideraba que la obra 'Escalera hacia el cielo' tenía elementos ofensivos para judíos e israelíes. Recordemos que esta obra mostraba las figuras de tres creyentes (un musulmán, un católico y un judío) orando uno encima de otro.