La cita anual del Royal Ascot reúne en el hipódromo más famoso del mundo a lo mejor de la high class y de la realeza británicas con sus mejores galas, que llenan de color, sentido del humor y tradición todo el espacio social que gira en torno a este gran acontecimiento hípico. Algunas invitadas incluso van un paso más allá y se ponen de acuerdo para vestirse de jardín de rosas de los pies a (sobre todo) la cabeza, igual que el divertido grupo de amigas de esta foto.
Y es que, si por algo se caracterizan estas carreras de caballos pura sangre con vocación de desfile de moda, es por sus tocados; toda una colección de sombreros, diademas y adornos locos que nada tienen que envidiarle al outfit más disparatado de Miley Cyrus y que pueblan las cabezas de las asistentes en señal de respeto al rey desde que, en 1711, tuvo lugar la primera carrera de Ascot (tradicionalmente, estar en presencia del monarca con la cabeza descubierta iba en contra del protocolo real).
Altos vuelos
Porque a veces, volar solo es cuestión de ganas. Con este original avión, el cielo se llena de aire azul, rojo y blanco con motor a propulsión y corazones de rafia. Un sencillo vestido blanco de inspiración ibicenca completa el look. Y a subir más alto, por favor. Siempre más alto.
Rosas en el País de las Maravillas
Se llevan las flores. Y no hay que ser Taylor Swift para lucirlas a todas horas en primavera. El Sombrero Loco inspira este tocado con forma de rosa en fucsia, rojo y amarillo limón. Sus pétalos son dignos del té de las cinco más disparatado de Ascot, donde la única norma es que, en cuestión de sombreros, no hay normas. ¿Quién llega tarde?
Luciérnagas y mariposas
Los tonos azules de esta libélula colorean este insólito atuendo con alas que mueve el mundo del hipódromo con el batir de su extravagancia llena de plumas y transparencias. Un maquillaje suave en nude contrarresta tanto despliegue de barroquismo.
Fotos: Gtres
