
Las mascotas de las celebrities son celebrities a su manera. Véase el ejemplo de Paris y sus innumerables perros liliputienses los que la rica heredera y pinchadiscos utiliza como complemento igual que quien combina un bolso, unos zapatos o unos pendientes. En el caso de Lady Gaga se veía la diva del pop huérfana de mascota y ya no.
Les presentamos a Asia, una bulldog francesa naturalmente encantadora y que, a partir de ya, esperará fielmente a su amita en casa para cubrirla de lenguetazos. Tal y como es la vida de una estrella como Lady Gaga seguro que no le viene mal un poco de amorcito extra para cuando vuelva de sus largas giras. Aunque ella ya tiene a Taylor Kinney, el actor que le robó el corazón hace un tiempo y que sigue a su lado.
Lady Gaga o la reivindicación del disfraz
Lady Gaga está recorriendo el mundo promocionando su último disco, Artpop, y estrenando disfraz en cada lugar al que llega.
Gaga reivindica el pop como algo que va más allá de la música: es la extravangancia, el espectáculo, el artista experimentado con su propio cuerpo... Ella es vanguardia y Warhol y ese punto bohemio tan neoyorquino.
Pero ¡ay! resulta que llegó Miley y le arrebató el cetro de la provocación. Lady Gaga hacía que la gente abriese la boca ojiplática y ya no tanto. Ahora Miley saca la lengua, se desnuda o hace un mohín en Instagram y se para el mundo.
Así son la cosas. La pugna por ser la diva del pop más destroyer resulta encarnizada. Pero no pasa nada. Lady Gaga es una estrella que todavía tiene mucho combustible para brillar. Sus seguidores son fidelísimos, una legión de little monsters a lo largo y ancho del globo.
Y ahora, además, tiene una perrita monísima. ¿Qué más se puede pedir?