Evasión

Les vamos a salvar la piel: lo que no sabes sobre el bronceado (y deberías)

  • El 80% de los daños de la piel proceden del sol

¿Bronceado saludable? Spoiler: no existe. Sí, el bronceado favorece. Pero, ¿sabíais que ese color tostado es una alarma, una señal de que nuestra piel está en modo defensa? Se oscurece porque siente que está siendo agredida y se protege así de los rayos UV que alteran su ADN. Literalmente, está gritando "¡me están quemando!". Y no hay que tomárselo a la ligera. Según la Academia Española de Dermatología y Venerologia (AEDV), el 80% de los daños de la piel proceden del sol, y el 80% de esos estragos ocurre antes de los 18 años. "La mitad de los jóvenes no utiliza protector solar porque «no se acuerdan de ponérselo» y hoy sabemos que entre el 60% y 80% de los tumores cutáneos se podrían haber evitado si se hubieran adoptado buenos hábitos desde la infancia", cuentan desde la AEDV.

Y es que las cifras de la incidencia del cáncer de piel en nuestro país son muy alarmantes. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha aumentado un 40% en 4 años, y en 2024 se diagnosticaron ¡57 casos diarios! Pero ojo, el astro rey no es el único villano. La mayor villana es la imprudencia. Y conviene recordar que nuestra piel tiene memoria, y lo que hagamos hoy, lo lamentaremos (o agradeceremos) mañana.

Errores comunes al exponerse al sol

La AEDV advierte que, anualmente, la mitad de los españoles sufre quemaduras solares, al menos una vez. Y aunque, según un estudio de Isdin, solo el 1,1% de la población confiesa no aplicarse nunca protección solar, se siguen cometiendo imprudencias básicas

  • "No hay que protegerse tanto en la ciudad como en la playa". Según ese mismo estudio, el 19% confesó fotoprotegerse solo cuando estaban en la piscina o la playa, pero el asfalto refleja la radiación tanto como el agua y la arena, multiplicando su impacto.
  • "Si está nublado, no hay riesgo". Las nubes bloquean la luz visible e infrarroja (la que da calor), pero hasta el 80% de los rayos UV pueden atravesarlas.
  • "Cuando estamos tras un cristal, estamos protegidos". Los rayos UVB (los que causan quemaduras solares) no atraviesan la mayoría de los vidrios pero, a menos que tengan tratamiento especial UV, sí lo hacen los UVA (responsables del envejecimiento prematuro de la piel y del cáncer) y la luz visible e infrarroja (puede provocar manchas).
  • "Basta con aplicar fotoprotector una vez al día". No es lo mismo estar tranquilamente en una terracita a la sombra que sudando practicando deporte al aire libre pero, por norma general, conviene repetir la aplicación cada dos horas porque la radiación va descomponiendo los ingredientes activos. Y al sudar, nadar o secarse con una toalla, se remueve parte del producto. También el sebo de la piel, la contaminación o el maquillaje afectan a su adherencia y eficacia. ¿Lo mejor para que no de pereza reaplicarlo? Rociarse la piel con las nuevas brumas solares de La Roche Posay, Isdin, Bioderma, Sensilis… (ojo, para la primera aplicación es preferible un fotoprotector en crema) que refrescan y no arruinan el maquillaje.
  • "No pasa nada por usar el fotoprotector empezado del año pasado". Los fotoprotectores caducan y, si ha pasado el tiempo, pueden haber perdido parte de su eficacia. Y dentro de su fecha válida, hay que descartarlo si ha cambiado de color, huele rancio, tiene grumos, o se han separado la fase oleosa de la acuosa (esto sucede a menudo nos lo hemos dejado en el coche o mucho tiempo bajo el sol). Nuestro consejo: si lleva más de un año abierto, mejor no arriesgarse y reemplazarlo.
  • "Hay que exponerse 20 minutos al día sin protección para absorber la vitamina D". Según el dermatólogo Pedro Rodríguez, es cierto que en algunas consultas se ha recomendado así, pero puede ser un arma de doble filo. Por suerte, están empezando a lanzarse al mercado fotoprotectores con ingredientes vegetales que favorecen la síntesis de vitamina D (Germinal), y con ellos se evitará que la gente se tenga que exponer desprotegida.

5 trucos para acabar con pereza de protegernos del sol

  1. Comprar el protector solar en un formato que nos guste. Hay tantas opciones que no hay excusa para destrozarnos la piel en verano: gel, bruma, stick, espuma, fluido. También los acabados son infinitos: toque seco, glow, mate, iridiscente… Y para todo tipo de piel: grasa, seca, con manchas, sensible, madura, joven, niños….
  2. Dejarlo al lado del cepillo de dientes. Sí, literal. Así se convertirá en un habito diario tan necesario como ese, y nos lo aplicaremos casi sin pensarlo.
  3. Simplificar la rutina matutina utilizando solo un fotoprotector que incluya activos antioxidantes y reparadores. A diferencia de los protectores solares convencionales, que se limitan a crear una barrera frente al daño UV, estos formatos enriquecidos con ácido hialurónico, niacinamida, vitamina C, ceramidas o péptidos, integran varios pasos en uno, sin comprometer la eficacia.
  4. Llevar un protector solar siempre en el bolso o la mochila. Los formatos mini son perfectos para tener siempre a mano y que sea más fácil acordarse de re aplicarlo a lo largo del día
  5. ¿Te gusta estar siempre maquillada? Las versiones con color son un 2 en 1, sin esfuerzo y por la mitad de precio.

¿Y si ya nos hemos quemado?

Aquí van los primeros auxilios solares:

  • Enfriar la piel con compresas frías o una ducha fría o templada (nunca hielo).
  • Aplicarse frecuentemente aloe vera natural o cremas post-solares sin alcohol ni perfumes, ni tampoco muy grasas porque atrapan el calor.
  • Evitar pelar la piel. Hay que dejar que se recupere sola.
  • Beber mucha agua. Las quemaduras solares deshidratan el cuerpo.
  • No reventarse las ampollas que son una barrera natural contra infecciones. Cuando se rompan solas, limpiar con un jabón suave y cubrirlas con una gasa limpia.
  • Se puede tomar ibuprofeno o paracetamol si se siente dolor o fiebre pero no aplicarse anestésicos tópicos sin consultar a un medico.
WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky