
Cuando se cumple un año de su reapertura, el mítico restaurante Casa Leopoldo ha reivindicado a la que fue su histórica propietaria Rosa Gil con una comida a la que han asistido viejos amigos como Eduardo Mendoza, Daniel Vázquez Sallés (hijo de Vázquez Montalbán), Carme Ruscalleda, Joan Gaspart, Víctor Amela, Pedro Balañá y Salvador Boix, entre otros. El evento ha contado también con la presencia del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el escritor Jordi Soler y Carles Vilarrubí, presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomía i Nutrició.
Los invitados han podido degustar platos como paella de mariscos, rabo de toro al vino tinto con parmentier de patata, albóndigas con sepia y puerro escalivado con salsa romesco y perlas de aceite de oliva, sin olvidar la minitartaleta de crema catalana y el ganache de chocolate con sal y aceite de oliva como postres.
Rosa Gil ha recordado muchas anécdotas, entre ellas la visita de Juliette Binoche y su escupitajo, las peleas de Lola Flores y Manolo Caracol, y a Sabina rogando almejas. Así también, manifestó su agradecimiento —literalmente dijo "mi ego está más que cubierto"— y cerró la velada entre coplas y fados, cantados por ella misma.

La icónica Casa Leopoldo —reconocido templo gastronómico fundado en 1929 que fue punto de encuentro de Orson Welles, Pablo Picasso, Salvador Dalí y escritores como Ernest Hemingway, Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix, Juan Marsé y Maruja Torres— reabrió sus puertas el año pasado por iniciativa del matrimonio formado por Sofia Matarazzo y Bruno Balbás, visionarios fundadores del grupo de restauración Banco de Boquerones.
El restaurante mantiene su compromiso con la autenticidad al ofrecer platos tradicionales catalanes elaborados con ingredientes de calidad del mercado local, sin olvidar los guiños a nuevas elaboraciones que combinen tradición y modernidad en una experiencia gastronómica memorable.