Evasión

Nico Casal y Edu Imbernón (Imbermind): "Como grupo compartimos una sensibilidad común que hace que la música suene como la escena final de una película"

  • El nuevo grupo musical acaba de debutar dando su primer concierto en el Florida Park
  • Sus próximos directos serán en Valencia y Barcelona
Integrantes del grupo Imbermind.

El grupo Imbermind es un cuarteto curioso pero que funciona. Un grupo de 4 artistas tan diferentes como grandiosos y así lo acaban de demostrar en su debut en directo en nada más y nada menos que un sitio tan emblemático -y tan madrileño- como el Florida Park. Lo han hecho en Madrid porque como aseguran, "aquí pasan cosas" y aunque su proyecto tiene miras que van más allá de las fronteras españolas, saben -y así me lo hacen saber- que "Madrid es importante para los inicios y para nosotros".

Un proyecto que aúna electrónica, bandas sonoras, rock y sensibilidad cinematográfica. Dos de sus integrantes, Nico Casal (compositor gallego y con un Oscar en su haber) y Edu Imbernón (DJ y productor que ha tocado en los festivales y clubes más importantes del mundo) conversan con Evasión sobre su álbum debut, Never Ending, y sobre cómo el grupo ha encontrado un lenguaje común y un viaje sonoro sin final. Desde el inicio de la charla, el buen rollo que mantienen se nota. Son un grupo bien avenido y eso es indiscutible. Les unen las ganas, los momentos vividos mientras grababan en Valencia, en casa de Edu (un aparentemente gran anfitrión) y lo que más aman: la música.

Con la ilusión del reciente debut en directo y la ambición de conquistar festivales y públicos internacionales, nos desvelan cómo la pandemia, la amistad y la química musical han dado forma a un disco que respira cine y club, y que promete llevar su sonido a escenarios de todo el mundo."Queríamos que Never Ending fuera como un fin de fiesta constante: un viaje de una hora con subidas, bajadas y ese éxtasis de que algo grande está a punto de pasar", aseguran con orgullo sobre su primer trabajo.

Imbermind
Imbermind

Madrid, epicentro de su debut

Aunque ninguno de los cuatro miembros es de Madrid, la ciudad fue el punto de partida natural para la presentación de Imbermind. Madrid es donde pasa todo últimamente, explica Edu. Nico coincide: "Aquí se junta gente de Galicia, Valencia, amigos de todas partes, y era el sitio perfecto para iniciar esta aventura". La cosa, les ha salido bien. Un éxito rotundo con una mítica sala rendida a su pies este pasado domingo casi estival.

Un lenguaje común entre mundos distintos

Imbermind es un cruce de caminos: Nico Casal proviene del cine y la música clásica, Edu Imbernón del mundo de la electrónica y la noche, mientras que Luis Clemente y Álvaro Monreal aportan la sensibilidad de las bandas de rock. "Lo que le gusta a uno, el otro no lo conocía, pero nos lo enseñamos y nos gustó", señala Nico sobre cómo fueron encontrando un sonido sin etiquetas, con la premisa de que los temas electrónicos tienen que sonar como la escena final de una película. "Lo que me ha dado Imbermind estos últimos años me ha cambiado a nivel profesional y personal. Nunca he estado tan bien", expresa por su parte y con gran sinceridad Casal, un gallego dueño de una sensibilidad fuera de serie, creador de bandas sonoras multipremiadas.

"Este álbum y este proyecto significan volver a lo humano, a lo orgánico, a la complicidad de estar juntos creando algo auténtico", apunta convencido y orgulloso a partes iguales Imbernón.

La chispa que encendió 'Never Ending'

"Never Ending tiene ADN cinematográfico: podría ser la banda sonora de cualquier película"

El álbum debut de Imbermind nació casi sin pretenderlo. Edu Imbernón llevaba años cultivando la idea de un proyecto más maduro y encontró en la pandemia el espacio mental para dar forma a la propuesta. Era la primera vez que paraba de verdad en mi carrera profesional y pude unir piezas", nos explica. Así surgió la idea de un cuarteto con un ADN común y la determinación de crear un álbum pensado como un todo, de principio a fin. "Never Ending tiene ADN cinematográfico: podría ser la banda sonora de cualquier película", afirma con orgullo y brillo en los ojos.

La magia de la naturalidad y la confianza

"Somos cuatro, pero funcionamos como un solo corazón: confiamos ciegamente los unos en los otros"

Sin un plan cerrado ni prejuicios, los cuatro se reunieron en la casa de Edu en Valencia para componer los once temas de Never Ending. "No había ningún momento de decidir cómo tenía que sonar, todo fluyó de manera natural y con mucha confianza", cuenta Nico. Para él, además, fue un cambio personal enorme: "Yo venía de un mundo muy solitario, y compartir tiempo y creación con ellos me ha cambiado mucho la energía y la forma de ver todo". "Somos cuatro, pero funcionamos como un solo corazón: confiamos ciegamente los unos en los otros", señala Edu con orgullo de saber, que de alguna manera fue el propulsor de algo ya grande de antemano que aspira a ser enorme.

El concepto de fin de fiesta infinito

El título del álbum, Never Ending, refleja ese concepto de un cierre de fiesta eterno. "Me encanta cuando parece que se está acabando todo y de repente vuelve el subidón", nos explica el también DJ con una ilusión patente, dejando claro que lo que lo ha concebido como un viaje sonoro constante, con subidas y bajadas, pero sin final. "Queremos suponer siempre un fin de fiesta innovidable, constante, infinito".

Imbermind.
Imbermind.

El ADN cinematográfico del proyecto

El oscarizado Nico Casal, con su experiencia en bandas sonoras, ha impregnado el álbum de ese aire cinematográfico. "La idea es que cada tema pueda sonar en la escena final de una película o en la campaña de publicidad de una gran marca" añade. Además, confiesa que ahora filtra mejor los proyectos en los que se involucra: "He aprendido a escoger y priorizar, para poder darlo todo con Imbermind". "Venimos de mundos muy diferentes, pero compartimos una sensibilidad común que hace que la música suene como la escena final de una película", rematan la jugada asintiendo ambos y dejando claro el claro ADN cinema del proyecto.

La ambición de conquistar escenarios internacionales

"Este no es un proyecto nacional" dice Edu con rotundidad. "Queremos tocar en festivales de todo el mundo y conectar con la gente". Su visión de la música en vivo y su plan de remezclas con artistas de primer nivel lo dejan claro: Imbermind ha llegado para quedarse. "Queremos tocar en festivales, tener ese contacto directo con la gente: la conexión real es nuestro motor".

Un regreso a lo humano

Más allá de la electrónica y las producciones digitales, para ellos el proyecto simboliza un regreso a lo esencial: la energía humana, la complicidad entre músicos, la emoción compartida en un escenario. En un mundo cada vez más conectado y a la vez más frío, esta banda ofrece un remanso de autenticidad y calidez. Después de años de digitalización, la gente ansía lo que antes nos hacía vibrar: lo genuino, lo humano, lo imperfecto que nos une. "Y eso es lo que queremos compartir", remata Nico Casal, con una convicción que enciende la chispa de un futuro lleno de esperanza y música viva. Imbermind no es solo una banda: es un viaje sensorial que enlaza pasado, presente y futuro en un eterno romance de electrónica y humanidad. Una fiesta infinita, un latido compartido.

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