
Revisitamos la larga carrera literaria de Eduardo Mendoza, que ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, una de las distinciones más mediáticas de cada edición. El escritor barcelonés, Premio Cenvantes, recibirá el galardón en octubre en una solemne ceremonia presidida por Sus Majestades los Reyes de España, acompañados por la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, que tendrá lugar en Oviedo.
Comenzamos este viaje por los libros con La verdad sobre el caso Savolta, que este año cumple 50. Editada en 1975, esta novela muestra elementos de la novela gótica, la ciencia ficción y la novela negra, un particular sentido del humor y toques de sátira y parodia. Considerada por la crítica como la primera novela de la Transición española, tuvo un enorme éxito entre los lectores. Mendoza retrata a la convulsa Barcelona de principios del siglo XX a través de una intriga económica y política con el trasfondo del asesinato de un empresario, los conflictos sociales, la corrupción latente y las luchas obreras.

Más recomendaciones: El misterio de la cripta embrujada (1979) Se trata de una historia detectivesca con su carga de crítica social protagonizada por un loco que se ha escapado de un centro psiquiátrico y que es reclutado por la policía para investigar una desaparición en un convento.
El laberinto de las aceitunas (1982). Humor absurdo en torno a un bote de aceitunas. En tono humorístico y surrealista, el autor parodia el género negro y se hace eco de las incoherencias de la sociedad del momento. La ciudad de los prodigios (1986): un retrato de la Barcelona cambiante a caballo entre dos siglos y marcada por las exposiciones universales de 1888 y 1929. Una novela irónica sobre ese paisaje social de la modernización, el progreso y la corrupción. Sin noticias de Gurb (1991) se hizo muy popular. Un alienígena, perdido en la Barcelona preolímpica, busca a su compañero Gurb (disfrazado de Marta Sánchez). Nuevamente, se vale del humor absurdo como herramienta para exagerar lo cotidiano. El año del diluvio (1992) está ambientada en la posguerra de la Cataluña rural. El amor imposible entre una monja y un terrateniente en los años de la represión franquista y las tensiones sociales. Una reflexión sobre el sentimiento de culpa, el deseo y el deber. También, sobre la pasión y la religión. La aventura del tocador de señoras (2001). Un detective se ve envuelto en una intriga política y judicial tras salir de prisión. Una sátira de la burocracia, la justicia y los medios de comunicación. Seguimos por Riña de gatos (2010), que nos lleva de viaje al Madrid de 1936, en vísperas de la Guerra Civil. Encargan a un inglés experto en arte tasar un cuadro atribuido a Velázquez y se ve envuelto en una intriga política. Esta novela, que le supuso el Premio Planeta, es un retrato de los momentos caóticos que vive la ciudad previos la Guerra.


Este itinerario nos lleva hasta su reciente Tres enigmas para la Organización (2024), con la que Mendoza regresaba al género del suspense y la intriga. Barcelona, una organización secreta del Gobierno y una investigación de varios casos cruzados con nexos comunes. Con estos mimbres, el Premio Cervantes arma su novela de tintes detectivescos: Tres enigmas para la Organización (Editorial Seix Barral) hace referencia a los casos que les trae de cabeza: el hallazgo de un cuerpo sin vida en un hotel de La Rambla barcelonesa, la repentina desaparición de un magnate británico en su yate y las más que singulares finanzas de la compañía Conservas Fernández. Un rompecabezas que el autor nos va desgranando entre con su tono de humor ácido y también irreverente.