Evasión

La casa Hermès, historia de París: la apasionante saga de artesanos que elevó el naranja al lujo total

Thierry Hermès, fundador y portada de 'La casa de los artesanos'

Caminamos por París y nos situamos frente al número 24 de la rue du Faubourg Saint-Honoré. Frente a los escaparates de La casa de los artesanos. Es la casa de los Hermès, epítome del lujo, una familia cuyo talento ha ido de mano en mano hasta traspasar seis generaciones. Nos asomamos a esta épica saga del diseño a través del relato de Frédéric Laffont, cuyo libro acaba de editar Lumen en español.

Un minucioso trabajo de artesanía también el de Frédéric Laffont, que compila anécdotas y recuerdos contados de viva voz, testimonios, cartas, diarios personales y entrevistas para dar cuerpo a esta historia de los Hermès. La casa de los artesanos se divide en Cantos, como un poema épico. Y cada uno de esos Cantos abraza un tema diferente para ayudarnos a seguir el camino de sus vidas.

Nos cuenta el autor que los hermanos Émile y Adolphe, guarnicioneros y talabarteros (fabricantes y reparadores de sillas de montar de caballos), eran nietos del fundador de la casa, Thierry Hermès. Fue su padre, Charles-Émile, quien en 1880 decidió trasladar el antiguo taller a la rue du Faubourg, que emergería en el tiempo como una de las más lujosas y elegantes del glamouroso París tan cercana a la avenida de los Champs-Elysées.

Pero volvamos a aquel siglo XIX parisino transitado por caballos como medio usual de transporte hasta que llegó el motor. Entonces, Faubourg era la rue de los caballos, donde proliferaron todos los negocios relacionados con el mundo equino. Como dijo en una ocasión Jean-Louis Dumas (nieto de Émile), el caballo fue su primer cliente.

Durante la Primera Guerra Mundial, Émile viaja por América donde descubre la eficacia de la producción en serie sin abandonar el minucioso y perfeccionista proceso artesanal. Visionario y comprometido con eso, con el perfeccionismo, como seña de identidad de marca, entiende el lujo como la factura de la excelencia.

Fue el yerno de Émile, Robert, quien lanzó al mundo la idea de que el lujo es aquello que se repara, ¿hay algo más contemporáneo que eso? Un año después del final de la primera Gran Guerra, los dos hermanos Hermès se separan. Es el año 1919. Émile se queda con un negocio que no pitaba. Con la patente de una cremallera descubierta en América desarrolló una colección de bolsos de mano y de viaje a los que aplica el ancestral punto de guarnicionero. No había inventado nada, pero la combinación funcionó y puso sus productos de moda.

El naranja Hermès en la Segunda Guerra Mundial

El negocio creció con la mirada puesta en el futuro sin perder la huella de su pasado. Una filosofía marca de la casa que aún permanece. Hermès es historia de Francia y de París. De los felices 1920, las penurias de la Segunda Guerra, la ocupación nazi y las ampliaciones constantes del número 24 Faubourg. "De las penurias de la Segunda Guerra Mundial, 24 Faubourg conserva el color naranja de sus embalajes. Antes era beige pálido, como la piel de cerdo entonces de moda. Cuando el proveedor se quedó sin colorantes, los tonos fueron desapareciendo uno tras otro. El último disponible fue el naranja", relata Frédéric Laffont. El naranja como símbolo del "atardecer y amanecer".

Bolso Birkin de Hermès. Exposición de la escultura Bag of Aspirations de Kalliopi Lemos en Yorkshire Sculpture Park, cerca de Wakefield, Reino Unido en 2019.

También, es compendio de muchas anécdotas, como la de Annie, la escaparatista irreverente creadora del escaparate como escenografía teatral; Marc, director del Conservatorio de las Creaciones, que cuenta la historia de los objetos de la casa como la redondez de un tornillo de arnés del siglo XIX con la de unos gemelos de los años veinte; Frédérick, el marroquinero que diseñó un bolso inspirado en los sacos de pienso con que se les da avena a los caballos; Robert, el jefe fascinado por los cierres que creó la cadena de ancla, fetiche total de la maison.

En 1991, Hermes alberga "catorce oficios artesanos, cuatro mil empleados, nuevas manufacturas en toda Francia y trescientas tiendas por todo el mundo". The New York Times señala que las ventas han pasado de 50 millones de dólares en 1978 a más de 4.000 millones a principios del siglo XXI, cita el autor.

La casa de los artesanos

  • Autor: Frédéric Laffont
  • Lumen
  • Páginas: 208
  • Precio: 20,90 €
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