
En España hay figuras que destacan dentro del mundo de la cocina, pero pocas tan famosas y queridas como el chef asturiano José Andrés. Un ejemplo claro de cómo la comida puede ser un motor de cambio social con su ONG World Central Kitchen, dedicada al abastecimiento de comidas en zonas afectadas por crisis. El chef ha conseguido transformar por completo la manera en que las personas comprenden la alimentación, aunque todavía queda mucho por hacer.
Su trabajo como asesor presidencial en la Casa Blanca lo hizo destacar como una figura muy relevante en EEUU que abogaba "por la buena forma física y la salud de todos los estadounidenses", cosa que le valió la Medalla Presidencial de la Libertad, de manos del ex presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
A nadie sorprendió que cuando hace unos días asistiera al podcast Where Everybody Knows Your Name, presentado por Ted Danson y Woody Harrelson, hablara sobre los problemas en la alimentación que hay que abordar cuanto antes. "Me preocupa mucho que un día nos despertemos y haya un Armagedón, un Armagedón alimentario, porque no tendremos suficiente", fue una de sus declaraciones que más llamó la atención en su conversación.
La necesidad urgente de proteger los océanos y mares fue otro de los temas que surgió en su conversación. Los problemas con la pesca no sostenible nos afecta a todos y es algo en el que los gobiernos deberían implicarse activamente para fomentar prácticas y alternativas más sostenibles.
José Andrés ilustró esta situación con un ejemplo sobre su trabajo con Pristine Seas, en el que ha podido ver una realidad preocupante en zonas de manglares: pescadores con escasos recursos y poca formación colocan redes en estos ecosistemas tan sensibles. Al hacerlo, sin saberlo, capturan crías de tiburones y pequeños peces que aún no han tenido la oportunidad de desarrollarse. Una práctica que si se repite continuamente por cada vez más personas en precarias situaciones terminará por "vaciar los mares y océanos".
"No hay nadie al lado de estos pescadores enseñándoles y diciéndoles: 'escucha, no los caces, hasta te pagaremos algo si no los cazas para que puedas comer otra cosa. Pero espera y verás que estas crías de peces en el océano se convertirán en enormes".
Evitar la sobrepesca no es el único punto del que hablaron para asegurar un océano más sostenible: "Vamos a tener que utilizar la increíble creatividad humana para profundizar", comentó el chef sobre emplear estos lugares como granjas con peces y algas. "El océano nos está hablando, pero no estamos escuchando, y tendremos que ser creativos si queremos alimentar a nueve mil millones, tal vez diez mil millones de personas algún día en el futuro".
En esta línea surgió una de las peores pesadillas del chef y no dudó en ponerla sobre la mesa: "Imagina que un día nos levantamos y no hay suficiente comida en el planeta Tierra para alimentar a todo el mundo. Esto puede que ocurra. La tormenta perfecta podría estar ocurriendo y nuestros líderes no se están dando cuenta porque no están dándole la importancia suficiente a la comida".
Su conversación termina cuando cita a Brillat-Savarin, filósofo francés del siglo XIX: "El futuro de las naciones dependerá de cómo se alimenten a sí mismas", por lo que el foco volvió a estar en los gobiernos y cómo estos resuelven las crisis. "Esto es un problema porque los políticos no se toman la comida lo suficientemente enserio. Eso es lo que estoy pidiendo, consejeros nacionales sobre seguridad alimentaria al lado del presidente de los Estados Unidos". "Hay que profundizar más. Si no nos tomamos la comida en serio, vamos a tener un gran problema", termina.