
Frida Kahlo visita Madrid a través de la instalación sensorial inmersiva Experiencia Live Art y Muestra Gastronómica. Un evento que acoge proyecciones y una gran exposición fotográfica. El recorrido concluye con un menú degustación mexicano. Se inaugura el 11 de marzo en el Paseo del Pintor Rosales, 30 (Madrid). La muestra está abierta hasta el 31 de mayo.
Nos acercamos a las emociones de esta artista única en la historia del arte de México, exponente del surrealismo (aunque ella misma rechazara esta etiqueta), el realismo mágico y la tradición patria. La exposición de Frida Kahlo (México, 1907-1954) nos invita a recorrer tres salas que nos aproximan a su personalidad y su obra pictórica.
Comenzamos el recorrido por una exposición fotográfica con imágenes inéditas de la pintora. La segunda sala acoge reflexiones, pensamientos en sus cartas auténticas que son un reflejo de su vida y su lucha por la igualdad, la identidad de género, la bisexualidad femenina y la maternidad. Una ruptura de barreras que se consideró un desafío a los roles de género impuestos por generaciones en la sociedad tradicional y patriarcal de la primera mitad del siglo XX. Frida representa un icono para la revolución feminista. El tercer espacio ofrece una vivencia sensorial en la Live Art Room, donde se puede disfrutar del arte interactivo, de la creatividad y de la historia que marcó la vida de la pintora.

La inmersión concluye con una experiencia gastronómica a base de una degustación de menú mexicano en cinco pases, como resumen de la tradición culinaria de México. Acompañan los sabores de tequila y mezcal. Un evento cultural en homenaje a Frida Kahlo, que impulsa en pleno mes de marzo, el mes más femenino del año, la acción contra la violencia de género.

Frida, como símbolo de la mujer, de la identidad mexicana y de la cultura, es un orgullo nacional. Icono de la resistencia y de lo auténtico, Kahlo se valió de sus pinceles para expresar su sufrimiento físico y su dolor emocional, por un accidente de autobús que la dejó con unas secuelas permanentes. La identidad, el dolor, lo femenino y la lucha social quedan plasmados en sus autorretratos.
Su matrimonio con Diego Rivera, toda institución cultural en México, marcó su trayectoria pictórica. Kahlo creó su propio personaje en el arte, igual que hizo Salvador Dalí. Un personaje para mostrarse al mundo. Y empleó los colores como canal para transmitir mensajes, como el amarillo como miedo, locura, pero también luz, sol, calor y energía; el azul fuerte como amor.
