Evasión

Adrien Brody presenta 'The Brutalist': "Trump refleja la misma actitud del Reich hacia el diseño modernista"

"Tenemos que descubrir cómo hacer que este planeta sea más habitable e inclusivo", dijo Adrien Brody (Nueva York, 14 de abril de 1973) este viernes en la presentación en Madrid de El Brutalista, una obra monumental que explora la resiliencia y el dilema del sueño americano.

The Brutalist, dirigida por Brady Corbet, es una película que trasciende las fronteras del cine convencional para convertirse en una experiencia monumental. Ganadora del Globo de Oro a Mejor Drama y una de las grandes favoritas para los premios Oscar, esta cinta de tres horas y media entrelaza el trauma, el arte y el cuestionamiento del sueño americano en un relato tan poderoso como los edificios de estilo brutalista que la inspiran.

La película sigue la historia de un arquitecto húngaro judío, interpretado por Adrien Brody, quien sobrevive al Holocausto y emigra a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo. Inspirado por la Bauhaus, el protagonista llega con un sueño y una visión artística que pronto se ven desafiados por la dura realidad del exilio.

La cinta no solo retrata las dificultades de adaptarse a un país nuevo, sino también la confrontación entre el genio creativo y los caprichos del poder económico, encarnado en un agresivo millonario industrial interpretado por Guy Pearce. En medio de esta lucha, su esposa, interpretada por Felicity Jones, se convierte en un ancla emocional y moral en su vida.

Adrien Brody, en su mejor trabajo desde El pianista, aporta una intensidad y profundidad emocional única al personaje. En la presentación de la película en Madrid este viernes, Brody habló sobre la conexión personal que tiene con la historia. Hijo de una fotógrafa judía húngara que emigró tras la Segunda Guerra Mundial, Brody explicó cómo este papel le permitió explorar no solo su herencia, sino también la empatía hacia los traumas que otros han enfrentado.

"He dedicado mi vida a buscar personajes complejos, con defectos y humanidad, que me permitan comprender circunstancias que, por suerte, no he vivido. The Brutalist me recordó las dificultades que enfrentaron mi madre y mis abuelos, pero también a la resiliencia que definió sus vidas", expresó el actor.

El filme combina el trasfondo político con la tensión entre el arte puro y las presiones del mercado. En un guiño a la realidad contemporánea, Corbet apunta que "en Estados Unidos, especialmente en la agenda conservadora, se romantizan los años cincuenta, una época estéticamente rica, pero profundamente represiva".

The Brutalist también es una reflexión sobre cómo los marginados utilizan su arte como medio de recuperación. Al igual que otros movimientos culturales, como el hiphop, el trabajo creativo del protagonista se convierte en una vía de escape y sanación.

La película aborda temas de relevancia contemporánea, como la inmigración, la exclusión y el anhelo universal de encontrar un hogar. Para Brody, el filme subraya la importancia de la empatía en un mundo marcado por divisiones: "Es un anhelo humano querer un lugar seguro, donde no temas por tu familia. Todos deberíamos tener derecho a eso".

Corbet, por su parte, destaca que el cine tiene el poder de dar voz a los desfavorecidos, aunque reconoce que las desigualdades persisten. Esta dualidad se refleja en el propio sueño americano que cuestiona la película: una promesa de libertad y oportunidades que, para muchos, está llena de obstáculos.

La estética de The Brutalist es un homenaje al estilo arquitectónico que da nombre a la película. Con un diseño visual austero y majestuoso, la cinta refleja la lucha interna del protagonista mientras intenta construir un legado en un mundo que parece decidido a silenciarlo.

El filme no solo se presenta como una exploración del trauma y la resiliencia, sino también como una crítica profunda a las estructuras de poder que condicionan tanto al arte como a la humanidad. The Brutalist se estrena el 24 de enero. Con un reparto brillante, llega como la película del año; no solo busca conmover, sino también invitar a la reflexión sobre los dilemas que enfrentamos como sociedad.

En palabras de Adrien Brody, "el cine tiene la capacidad de construir puentes y generar empatía. Eso es lo que hace The Brutalist, una obra que, como sus edificios, es capaz de resistir el paso del tiempo y mantener su relevancia".

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