
Pasión inédita la de Giacomo Puccini por la fotografía. Una inquietud nacida de su observación por la naturaleza y el paisaje que le llevó a retratar escenas costumbristas, ciudades e, incluso, su propia sombra que dejó proyectada en la esquina de una instantánea. Capturador de siluetas, el autor de La Bohème y de Madama Butterfly dejó huella de su figura alargada con el sombrero inconfundible.
Este año y con motivo del centenario de su muerte, el Teatro Real de Madrid ha acogido la exposición Puccini fotógrafo dentro del programa oficial de PhotoEspaña. Un recorrido visual sobre las ciudades que visitó, de Nueva York en EEUU, a Egipto. En palabras del comisario de la muestra, Paolo Bolpagni, "la Fondazione Ragghianti de Lucca, ciudad natal de Puccini, había dedicado ya en 2018 una gran exposición, con montaje a cargo de la célebre escenógrafa Margherita Palli". Al indagar en su devoción por las fotos, se buscó despojar a la figura de Puccini de viejos clichés: "No fue solo un melodista, como muchos se han empeñado en pregonar, sino uno de los compositores de teatro musical más refinados de su época, aquel que introdujo la ópera italiana en la modernidad". Fue, además, "una persona de absoluta conciencia cultural", nos explica Bolpagni.
¿Por qué Madrid? "En este teatro, el compositor estrenó, en 1892, bajo la batuta de Luigi Mancinelli, su ópera Edgar. Fue la primera vez que una de sus óperas se interpretó fuera de las fronteras de la Italia contemporánea. Y el escenario elegido fue, precisamente, el Teatro Real. Una placa conmemorativa en el número 7 de la calle de Ferraz testimonia hoy el paso del compositor por Madrid", relata el comisario.
A la sombra del autor

"Un arsenal de fotografías cuyo autor resultó ser el compositor italiano nos animó a conmemorar el centenario de su fallecimiento", comienza el comisario de la muestra, Paolo Bolpagni. 'Fachada de Villa Puccini en Boscolungo all' Abetone', con la sombra del autor abajo a la derecha. Archivio Puccini, Torre del Lago © Giacomo Puccini.
Nueva York, 1910

"La suya no es una mirada de turista". Son palabras del comisario de la exposición, junto a las también comisarias Gabriella Biagi Ravenni y Patrizia Mavilla. Un trabajo exhibido en el Teatro Real de Madrid, gracias a PHotoESPAÑA y el Istituto Italiano di Cultura de la capital. El coliseo operístico se reveló como el escenario ideal por ser un "templo de la lírica mundial" y por el "particular vínculo que lo une a Puccini." Arriba, una imagen viajera del compositor en una visita a EE UU. 'Vista de Nueva York con el recién construido Singer Building al fondo' (1910), Archivio Giacomo Puccini, Torre del Lago © G. Puccini.
En una playa del mediterráneo

"De la lectura de sus cartas, deducimos que Puccini comenzó a fotografiar hacia 1894", nos releta Bolpagni. "Busca por encima de todo fotografiar los lugares de su tierra, de su Toscana natal: el lago de Massaciuccoli con sus canales y sus ciénagas, la playa de Viareggio, su amada Torre del Lago, localidad en la que residió durante años (en una de las fotos vemos su pequeña villa, hoy acondicionada como museo)... ". Sobre sus fuentes de inspiración, asegura el experto que encontró aliento en "sus amigos artistas" y en "los maestros de la fotografía pictorialista tan en boga en los albores del siglo XX". Imagen: 'En la playa de Viareggio, s.f., Archivio Puccini, Torre del Lago © G. Puccini.
En medio de la pampa

"En las fotografías de Puccini vemos también los escenarios que visitó: por ejemplo, Argentina en 1905, Egipto en 1908... En Egipto visita las pirámides y la esfinge, pero no las fotografía. A quienes retrata es, curiosamente, a los lugareños de una aldea. Y en Argentina, a un gaucho que enciende una hoguera en medio de la Pampa", detalla Bolpagni. Con una producción fotográfica amplia, el comisario apunta que "no fue un mero aficionado ni un debutante apasionado. Sus tomas y sus apuestas compositivas -recalca- son originales" .'Grupo de personas alrededor de una fogata en Argentina' (1905), Archivio Giacomo Puccini, Torre del Lago © G. Puccini.