Gente y estilo

Anna Bellsolà: "El pan vive un buen momento porque hay más cultura panera"

Barcelona, 17 mar (EFE).- Miembro de la cuarta generación de una familia de panaderos, Anna Bellsolà, que acaba de escribir un libro sobre la historia de su panadería Baluard, considera que "el mundo del pan vive uno de sus mejores momentos porque la gente tiene más cultura panera y valora la vuelta al sabor de antes".

En una entrevista concedida a Efe en una de sus panaderías, la ubicada en el hotel Praktik Bakery de Barcelona, Bellsolà comenta que "el mundo del pan ha pasado por muchas etapas" y la más reciente, la que conoció por sus padres, asistió a la aparición del pan precocido congelado.

"En los tiempos de mi abuelo el pan se elaboraba y se cocía durante la noche, pero a partir de los años 70 y, sobre todo 80, con las masas congeladas se ofreció al cliente tener pan caliente durante casi todo el día", rememora.

De unos pocos años para aquí, una nueva generación de panaderos ha vuelto a los orígenes, a "hacer el pan como se hacía antes, a buscar el sabor del pan, a no colocar ingredientes innecesarios, a darle mucho proceso", subraya.

A su juicio, el mundo del pan pasa por "un buen momento", y atribuye esta tendencia a que "hay más cultura de pan entre la gente".

Con el libro "Baluard" (Roca Editorial), Bellsolà quería "explicar la realidad cotidiana de una panadería, pues a veces se explica la parte bucólica de la profesión, pero también tiene sus momentos duros, y quería explicar la historia de mis trece años en Baluard, una aventura empresarial que me ha permitido además continuar un oficio que viene de familia".

Además de las 50 recetas más emblemáticas de panadería y pastelería que se elaboran en Baluard, Bellsolà quería dar un sello distintivo frente a los numerosos libros de pan que hay en las librerías, un libro que explicara la historia de una panadería y las dificultades añadidas en un mundo en el que "no abundan las mujeres".

Bellsolà percibe que "la panadería vive un momento dulce, como ya pasó previamente con la cocina y la gastronomía" y una prueba de ello es que "hay mucha más gente que se quiere dedicar a la panadería, hay más escuelas, gremios, hay muchos medios".

A falta de una formación reglada, Bellsolà aprendió el oficio, primero junto a sus padres en el negocio familiar, y posteriormente viajando, mirando qué se hacía en panadería en Francia, en Italia.

"Mis padres ya era de los que cruzaban la frontera para comprar libros franceses de cocina y luego tuve la suerte de que panaderos franceses e italianos me abrieran sus puertas para ir a trabajar con ellos y ampliar mis conocimientos sobre el oficio", ha dicho la autora.

De esos viajes se ha traído experiencias insuperables como las vividas en Dupain et des idées y la mítica Poilâne de París, donde le enseñaron "unos formatos que no había visto nunca combinados con unas cocciones muy bien hechas", e incluso en EEUU se puede encontrar un buen pan, porque "en general, hay un movimiento de puesta de valor del pan a nivel mundial, que se suma a un creciente interés por parte del público".

Después de haber abierto tres panaderías en Barcelona, otra en un hotel, y haber establecido una acuerdo de colaboración con El Corte Inglés, Anna Bellsolà desconoce por dónde irá el futuro, "pues a veces el azar te ofrece nuevas posibilidades y además viajando se ven nuevas cosas, de producto o de experiencia panera".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky