Gente y estilo

La carrera del 'Boi de Allariz', mucho más que los Sanfermines

Allariz (Ourense), 21 jun (EFE).- La 'Festa do Boi' de Allariz, un ritual que es mucho más que el 'San Fermín' gallego, crece cada año en popularidad y a ello ayuda el orgullo de este municipio de la provincia de Ourense que recuperó la tradición y logró que el animal volviese a correr por sus calles.

Cuenta la leyenda que en 1317 un católico recalcitrante, Xan de Arzúa, harto de las burlas que los cristianos recibían por parte de los judíos durante la procesión del Corpus Christi, apareció montado sobre un buey y, con la ayuda de sus criados, terminó expulsándolos.

Satisfecho con esta hazaña, Xan decidió dejar en su testamento un dinero para que una fundación rememorase tal gesta, y una asociación se encarga de organizar estas carreras, que un 'meco' de Xan observa desde el Ayuntamiento.

Este acontecimiento se conmemora cada año haciendo correr un buey por las calles de este pueblo bajo la atenta mirada de los 'Homes do Sedeño', que llevan las cuerdas y las varas.

La historia en la que se basa, que se mueve entre la leyenda y la realidad, es origen de tal festejo, del que existe noticia documental desde el siglo XIV y que se perdió varias décadas en el franquismo.

Los vecinos de Allariz la recuperaron en 1983, y, este sábado ha quedado demostrado que van con "paso firme" hacia el 700 aniversario con gritos de júbilo como 'Aí ven o boi', 'Arriba o boi' o 'Viva o boi'.

Los que más portan pañuelos rojos con el ejemplar rechoncho, se han vendido 9.000, y afloran cada vez más peñas, con camisetas que este 2014 han portado leyendas tales como 'O boi dixo despois de trotar, con esta peña imposible apostar'.

Las carreras del Boi se suceden varias veces al día. Seis bombas de palenque anuncian su comienzo, justo cuando los 'Homes do Sedeño' sacan al buey de los locales de la Asociación Xan de Arzúa y corren tras él.

En el trayecto hay 'parones' para recuperar fuerzas, este animal queda amarrado a unas argollas y, en un momento dado, se recogen sus excrementos y se lanza un trapo de 'mierda', del que se 'beneficia' aquel al que alcance y al que lleva la suerte.

Un solo estallido advierte de que este animal regresa a cuadras y se puede pasear sin temor.

El que fuera vicepresidente de la Xunta con el bipartito y alcalde de Allariz, Anxo Quintana, ha comentado a Efe que esta fiesta no tiene "nada que ver con la tauromaquia" y en ella se aúnan tradición, modernidad y disfrute colectivo.

"No es un Sanfermín pequeniño, es una fiesta extraordinaria que hace este pueblo con una participación activa de mayores, niños y juventud", expone el alcalde de Allariz, el nacionalista Francisco García, que cita la "imaginación que la rodea" y el hecho de que no se haga "a golpe de talonario".

Hay "una amplísima" afluencia, y el ambiente es de bullicio, pero esto no lleva a que "se pierda la referencia" porque este acto no se ha convertido en un "gran botellón", como ha pasado en otros lugares y la recreación sigue haciéndose "con entusiasmo".

Los herederos de Xan de Arzúa siguen corriendo por las históricas calles de Allariz con un buey atado por los cuernos que este domingo protagonizará un maratón y que, de vez en cuando, da un escarmiento.

Lorena Rodríguez de la Torre

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