Un casino estilo 'art decó' con guiños a Colón y al 'feng shui'

Madrid, 18 dic (EFE).- Con una decoración plagada de detalles geométricos y de colores metalizados, el nuevo casino Gran Madrid-Colón, que homenajea al descubridor de América con el restaurante Columbus, se inspira en el estilo 'art decó' e introduce elementos de la técnica del 'feng shui' para atraer la buena suerte.

El interiorista Ignacio García de Vinuesa, experto en la decoración de hoteles y restaurantes, se ha encargado de "vestir" el recién estrenado casino, que abrió sus puertas al público el pasado lunes y hoy se ha mostrado a los medios de comunicación en dos visitas guiadas, como si de un museo se tratara.

A medio camino entre un hotel de lujo y un escenario de película ambientada en los años 20, la sala apéndice del casino de Torrelodones, situada entre los números 37 y 41 del Paseo Recoletos, se ha remodelado y acondicionado en un tiempo récord (198 días) para estar a punto antes de fin de año.

La gama de ocres y dorados combinados con otros más cálidos, como el granate, invade un espacio de más de 4.000 metros cuadrados para el que se han usado 60.000 kilos de hierro y 80.000 de mármol, entre otros materiales, y cuyo suelo que se ha revestido en su mayor parte de moqueta para recrear una atmósfera "íntima y acogedora".

La intención es crear zonas diferenciadas para que cada cliente encuentre un lugar en el que pueda estar "cómodo", explica la subdirectora general de Casino Gran Madrid, Paula Arriaga, que considera que esta apertura es "una oportunidad para combatir la crisis".

Para atraer la buena suerte en el juego se han introducido guiños a la técnica china del 'feng shui', como un dibujo de plumas de pavo real en una de las moquetas, un animal que para los chinos sirve para expresar "deseos de paz y prosperidad", además de salamandras y fuentes de agua.

También se ha tenido en cuenta la orientación de los objetos para proporcionar "energía, armonía y bienestar" en las cuatro plantas que ocupa el casino (una de ellas de uso privado), que incluye una terraza con jardín vertical para los que quieran tomar el aire o fumar, algo que la legislación prohíbe en el interior del edificio.

Aún así, algunas de las 27 mesas de juego Gran Madrid-Colón incluyen ceniceros, en previsión de que este aspecto pudiera cambiar con la llegada del complejo de Eurovegas que, como se anunció el pasado viernes, finalmente no desembarcará en Madrid.

"La competencia hubiese sido muy fuerte", comenta la subdirectora del centro, que por otro reconoce que con este proyecto se habrían beneficiado de "ventajas fiscales".

La ruleta americana, el black jack, el punto y banca y el póker de contrapartida son los cuatro juegos disponibles en el casino de Colón, que también cuenta con 65 máquinas de azar y 55 pantallas de televisión con las que el público podrá enterarse de las promociones, los premios o la oferta gastronómica.

Para demostrar que en los casinos son "mucho más que juego", en este nuevo espacio, abierto todos los días hasta las 6 de la madrugada, sólo un cuarto del espacio (1.000 metros cuadrados) está destinado al azar, como marca la ley.

El resto lo ocupan fundamentalmente dos bares, uno a pie de calle (Bond) y otro en planta baja (Rhum Rhum); y el restaurante Columbus, la apuesta gastronómica de los hermanos Sandoval, cuyo nombre es un claro guiño a Colón, el descubridor que da nombre a la plaza donde se ubica el casino.

"Recomendamos al cliente que haga un viaje por la carta", cuenta Mario Sandoval, que para elaborar los platos se ha basado en el descubrimiento de América, al incorporar en sus creaciones alimentos propios de la zona como el tomate, la patata y la papaya.

Es una gastronomía "en formato tapa", más "divertida", que permite "probar más cosas" y con la que los chefs pretenden que los turistas "se sumerjan en la gastronomía española", con dos opciones de menú de 50 y 60 euros.

"Es alta cocina a bajo coste", afirma el cocinero, que también se encarga de la gestión de un bar 'afterwork' en el que ofrecen doce cocktails y algunas de las tapas de la carta hasta altas horas, para los que quieran reponer fuerzas entre partida y partida.

Por Sol Carreras.