
Felix Baumgartner, el intrépido austriaco que quiere hacer historia con un salto desde el borde de la estratosfera este martes, no es ajeno a desafiar la muerte con hazañas peligrosas.
A los 43 años, este hombre tiene la esperanza de romper por lo menos tres récords: el del salto más alto en caída libre, el del salto más rápido en caída libre y la superación de la velocidad del sonido fuera de un avión.
"Me encantan los retos y tratar de convertirme en la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre es un reto sin igual", dijo antes de su acrobacia en el cielo de Nuevo México, quizás la más atrevida de su carrera.
Baumgartner nació el 20 de abril de 1969 y creció a la sombra de los Alpes, en Salzburgo, Austria. Desde muy pequeño, soñaba con tirarse en paracaídas y volar en helicóptero.
Realizó su primer salto a los 16 años y mejoró sus habilidades después de alistarse en el ejército austriaco, integrándose en el equipo de demostración de las Fuerzas Especiales de ese cuerpo.
Uno de los primeros récords de Baumgartner fue el salto BASE más bajo, realizado desde la mano de la estatua del Cristo Redentor, en Río de Janeiro, que está a sólo 95 metros del suelo.
El salto BASE es una modalidad del paracaidismo, que implica saltar desde un objeto fijo y no desde una aeronave en vuelo. BASE es el acrónimo de las cuatro categorías de objetos fijos desde donde se puede saltar mediante esta práctica: edificios (Buildings), antenas (Antennas), vano, arco o pilar de un puente (Span) y precipicios o formaciones naturales terrestres (Earth).
Este austriaco, un piloto con licencia para globos de gas y helicópteros, marcó dos veces récords mundiales por el salto BASE más alto desde un edificio: las Torres Petronas, en Kuala Lumpur, y la Torre Taipei 101, en Taiwán.
También se convirtió en la primera persona en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre con un ala fija atada a su espalda.
Baumgartner ha entrenado durante cinco años para el salto de este martes del proyecto Red Bull Stratos, que será desde 36.576 metros. Hasta ahora, este temerario tuvo éxito en dos saltos anteriores: desde 21.800 metros y 29.600 metros.
Baumgartner divide su tiempo entre Suiza y Estados Unidos, pero asegura: "el aire es mi hogar".