Gente y estilo

La cárcel de cinco estrellas está en Austria

Vista desde fuera, nadie pensaría que se trata de una cárcel. Un majestuoso edificio de cristal en mitad de la ciudad austriaca de Leoben es la prisión más lujosa del mundo, un recinto donde se encuentran criminales, que según su propio lema tiene "la máxima seguridad exterior y la máxima libertad interior".

La cárcel está diseñada por el arquitecto Josef Hohensinn y presenta un moderno aspecto con sus cristaleras y su original estructura de madera y hormigón, más propia de museos de arte contemporáneo que de edificios de privación de libertad.

Los espacios verdes exteriores de la cárcel y sus coloridas estancias de ocio hacen más agradable la estancia de los reclusos. Los gerentes de la cárcel aseguran que "la privación de libertad es pena suficiente, y con la calidad de la construcción se logra una mejor reinserción social".

"No se puede hablar de lujo", asegura el arquitecto, que considera que el edificio responde a la "voluntad positiva de llevar a cabo una arquitectura más agradable para la vida".

No obstante, recintos como este corren el riesgo de alimentar aquello de lo que alertó el secretario británico de justicia, Jack Straw, es decir, la proliferación de casos de personas que intenten "colarse en estos bed & breakfast" en los que tienen mayor calidad de vida que en el exterior.

La cárcel de Leoben tiene capacidad para albergar a más de dos centenares de presos, que cumplen, como máximo, un año y medio de estancia en sus instalaciones.

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