
El caso es desternillante: una encuesta solvente, realizada por Sigma Dos para Telecinco sobre una muestra amplia de 3.200 entrevistas, confirma que si Belén Esteban se presentase a las elecciones, obtendría el 7,9 % de los votos.
Sigma Dos, dirigida por el sociólogo Malo de Molina, lleva muchos años realizando sondeos políticos, por lo que los resultados son, en principio, fiables.
El 'fenómeno Belén Esteban', en general, es sumamente curioso por la total insolvencia del personaje, y sin duda está relacionado con el nivel cultural de este país, con la insuficiencia de recursos para financiar la Educación y con la consiguiente inexistencia de valores estéticos.
Las audiencias de la telebasura
Resulta difícil de entender como un personaje atrabiliario, sin otro mérito que haber mantenido una relación sentimental con un torero, puede acceder al título de 'Princesa del Pueblo' y garantizar las audiencias de la telebasura. Pero si este protagonismo inaudito es, por su propia naturaleza, irrelevante, el mencionado sondeo permite un diagnóstico de la política española nada tranquilizador.
Efectivamente, de lo que no puede caber duda es del olfato político de los españoles, que han aplicado muy buen criterio a todos los procesos electorales desde el nacimiento de la democracia.
Prueba de sabiduría
Por ello, no debería interpretarse la 'popularidad' política de Belén Esteban como una carencia sino como una nueva prueba de sabiduría popular. Y es que lo que las muchedumbres quieren decir al ensalzar a la televisiva estrella es que la calidad de nuestra política es tan mala que hasta Belén Esteban estaría a su altura.
Es sabido que la clase política es, por su menguada estatura y por su insolvencia, la tercera preocupación de los españoles. Pues bien: esta evidencia seria conduce a la otra conclusión irónica: la mediocridad de la mayoría de nuestras instituciones es tal que Belén Esteban, con su intuitiva espontaneidad, haría un magnífico papel en ellas.
Naturalmente, los políticos no se darán por aludidos.