La primera dama francesa, Carla Bruni, ha mostrado durante su visita a Madrid su gran encanto personal. Luciendo estilo -y con una amplia colección de vestidos-, la esposa de Sarkozy ha acaparado todas las miradas, especialmente en el esperado encuentro con la princesa Letizia.
La primera dama francesa Carla Bruni Sarkozy y la princesa Letizia, esposa del príncipe Felipe, centraron toda la atención en la primera jornada de visita. Los flashes de los fotógrafos llegaron incluso a eclipsar al propio presidente francés Nicolas Sarkozy, que se mostró contento del "éxito" de su esposa.
La colección de modelos a lucir no dejó indiferente a las miradas más curiosas: Bruni, vestida con un traje corto azul, acudió al palacio de la Zarzuela, junto a su esposo, donde fueron recibidos por el Rey, la reina Sofía y los Príncipes de Asturias, quienes les ofrecieron un almuerzo oficial.
La primera dama francesa adoptó en todo momento un comportamiento desenvuelto y, casi informal, saludando a la Reina con un abrazo y dos besos, al igual que hizo con la princesa Letizia, quien para este primer encuentro eligió un vestido en color burdeos.
En ningún momento Carla Bruni hizo la reverencia a los reyes, aunque el protocolo español, al contrario que el de otras casas reales más rígidas, permite elegir entre hacer o no la reverencia.
La primera dama francesa no se cansó de repartir sonrisas y los flashes se dispararon cuando se acercó a la princesa Letizia, uno de los momentos más esperados por la prensa en el marco de esta primera visita oficial de Nicolas Sarkozy a España.
El "éxito" de fotos
El propio Sarkozy se mostró encantado del "éxito" de su esposa y no tuvo ningún empacho en declarar durante un acto con la comunidad francesa en la residencia del embajador galo que "no sabía que una italiana convertida en francesa pudiera representar tan bien a Francia hoy en Madrid".
En los últimos días, la prensa española ha venido llenando páginas sobre el "duelo de la elegancia y del glamour" que supondría el encuentro entre la princesa Letizia y Carla Bruni.
"Por muchos acuerdos importantes que se alcancen todo quedará irremediablemente eclipsado por el vestuario de Carla Bruni para esta primavera", había apuntado irónicamente un medio español.
Bruni ante el Congreso de los Diputados
Ya en esta segunda jornada, el público congregado a las puertas del Congreso de los Diputados para presenciar la llegada de Sarkozy y Bruni, dejó escapar un "oooh.." de decepción al comprobar que el mandatario galo descendía en solitario del coche oficial. Su esposa entró por una de las puertas laterales que dan entrada al Hemiciclo.
Los balcones de los edificios cercanos al Palacio de la Carrera de San Jerónimo estaban llenos de curiosos y decenas de personas esperaban a pie de calle. Querían ver a Sarkozy pero, sobre todo, a Carla Bruni, cazar algún gesto de complicidad típico de la pareja y juzgar por sí mismos sobre la elegancia de la primera dama francesa.
Al entrar su primer gesto fue para buscar a su esposa, situada en la tribuna de invitados a la que hizo un gesto con la mano y a la que miró con cariño en varias ocasiones durante su alocución.
Ella, vestida con un traje de chaqueta azul y camisa blanca, observó con interés todos los detalles del Palacio y siguió con concentrada atención el discurso de su marido. Al final salió por la misma puerta que Sarkozy.