Gente y estilo

Malos tiempos para el lujo de Madison Avenue

Una de las calles del consumo de lujo por excelencia ha sufrido en sus propias carnes el impacto de la crisis. Mientras muchos de sus inquilinos, entre los que se encuentran Dior, Hermes, Valentino o Prada, esperan ansiosos a que algún cliente les endulce el día, cada vez más locales comerciales cuelgan el cartel de se alquila.

De hecho, quien se haya dado una vuelta repetidas veces por la Avenida Madison habrá observado como la lista de "defunciones comerciales" supera la veintena mientras para los brokers inmobiliarios resulta cada vez más difícil encontrar nuevos inquilinos. Desde la inmobiliaria Cushman&Wakefield admiten que la tasa de disponibilidad de tiendas en alquiler en la zona asciende al 12%, casi el doble que hace dos años.

Desde la calle 86 hasta la tienda Barney's a la altura de la calle 60, el innumerable cúmulo de carteles que rezan "local en alquiler" son la prueba de que al lujo también le pasa factura la recesión económica. En tan sólo 25 manzanas se pueden contabilizar hasta 26 tiendas cerradas, que incluyen desde galerías hasta boutiques.

El alquiler, por las nubes

Según Cushman&Wakefield, el precio del alquiler en Madison Avenue también supone una verdadera mina de oro en lo que a alquileres se refiere, ya que el pie cuadrado vale alrededor de mil dólares al año, mientras que establecimientos en otras calles de lujo en el país como Worth Avenue, en Palm Beach, Florida, cuestan entre 100 y 125 dólares por pie cuadrado.

En uno de nuestros viajes a una de las tiendas más visitadas en el Soho, la de Prada, una de las dependientas reconoce que "durante dos jornadas completas no hemos vendido ni un sólo producto". Una preocupación importante para cualquier tienda que se precie.

Al fin y al cabo, con los tiempos que corren el número de personas que puede permitirse invertir 3,325 dólares en un bolso de Chanel o 9,990 dólares en un traje de Valentino se cuentan con los dedos de la mano.

Prepararse para lo peor

Tan sólo hay que echar un vistazo a las cuentas de las grandes compañías. El pasado febrero Moet Hennessy Louis Vuitton (LVMH), el mayor fabricante de productos de lujo, informó de que sus ingresos netos cayeron un 4,2% hasta los 1.140 millones de euros en el último semestre del año, arrastradas por las malas ventas de sus marcas de bebidas.

"Necesitamos prepararnos para lo peor y esperar lo mejor", dijo el presidente de Louis Vuitton, Bernard Arnault durante la presentación de los resultados en París.

Un estudio realizado por la consultoría Bain&Company asegura que el crecimiento de las ventas globales de bienes de lujo experimentó una brusca caída y se quedó en el 3% en 2008, lo que equivale a 220.000 millones de dólares. Además apunta que que el sector del lujo se enfrentará a su primera recesión en seis años en el 2009, con una disminución de las ventas de hasta el 7 por ciento.

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