Europa

El porqué del caos de Grecia: una deteriorada economía y una sociedad cansada

Grecia no ha tenido tregua desde la muerte de un joven de 15 años a manos de la policía. Miles de personas, entre ellos la oposición, han salido a la calle para manifestarse y tras cinco días de protestas y disturbios el país es un caos. También en España se han producido manifestaciones, detenciones y hasta heridos. El envío a prisión preventiva de dos policías podría calmar los ánimos. Pero, ¿que hay detrás de estas protestas?

Un juez de atenas ha decretado prisión para dos policías acusados de la muerte de Alexandros Grigoropoulos, el joven fallecido. La investigación asegura que la muerte podría haberse producido al rebotar la bala tras un disparo al aire.

Mientras, un joven ha resultado herido y otras tres personas han sido detenidas en Atenas tras una madrugada de continuos enfrentamientos entre jóvenes radicales y las fuerzas del orden.

'Contagio' internacional

Pero lo que está sucediendo en Grecia puede que no sea un hecho aislado. De momento, manifestaciones de solidaridad se producen en España o Copenhage. Si bien la muerte de un joven estudiante griego por un presunto disparo de un policía fue lo que hizo estallar las violentas protestas de los últimos cinco días, detrás hay un trasfondo económico.

Grecia es una de las economías europeas más débiles. Su deuda se eleva al 93% del PIB y su déficit público (15% del PIB) es el más alto de la eurozona y el sexto más grande a nivel mundial en términos absolutos.

Año tras año, la inflación ha erosionado la competitividad de su economía, donde el turismo es la gran fuente de ingresos. Pero destinos del estilo de Turquía o Croacia están pisando fuerte en detrimento del país helénico, lo que se está notando en las arcas públicas.

Caos económico

Esta situación ha obligado al Gobierno del conservador Costas Karamanlis a aprobar una serie de reformas bastantes impopulares (subida de impuestos, recorte en las pensiones) con las que poder introducir cierta disciplina presupuestaria a sus cuentas públicas.

A ello se ha sumado una reforma universitaria, en favor de la enseñanza privada, que despertó muchas ampollas en un país donde el gasto público en la universidad figura entre los más bajos de la organización. Y para colmo, el partido en el Gobierno, -Nueva Democracia- se ha visto involucrado en una serie de escándalos financieros que acabaron de limar la confianza de los griegos en el gabinete de Karamanlis, que en septiembre de 2007 renovó su mayoría por tan sólo dos escaños.

Entonces llegó la crisis financiera internacional y Grecia hizo crack. Los griegos ven cómo la falta de crédito hace mella en sus bolsillos, mientras sus perspectivas laborales se reducen a pasos agigantados. Con un problema de paro endémico, que en el caso de los jóvenes se eleva al 23%, la muerte del joven universitario Alexander Grigorópulos hizo saltar este malestar social que la población griega arrastra desde hace meses por los aires.

Millones en destrozos

Precisamente, protestar contra esas reformas era el objetivo de la huelga general que ayer paralizó el país (servicios públicos, aeropuertos y escuelas permanecieron prácticamente cerrados) después de cinco días de disturbios. Las manifestaciones, hasta ahora, han dejado una costosa factura al comercio: 200 millones de euros es en lo que la Unión de Comerciantes de Atenas valora los daños causado por el vandalismo, sólo en la capital.

Ante esta situación, Karamanlis ha anunciado un paquete de ayudas que facilita el crédito para reabrir negocios y establece cheques de 10.000 euros para ayudar a los comercios a hacer frente a los daños.

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