
Un mecánico alemán cobrará 375,04 euros por el tiempo que empleó entre marzo y octubre de 2014 en ponerse y quitarse el uniforme de trabajo, tras demandar al taller municipal donde trabaja y que consideraba que esa tarea debía realizarla fuera de la jornada laboral.
Según informó en un comunicado la Audiencia provincial de lo laboral de Düsseldorf, las partes llegaron hoy a un acuerdo tras escuchar el parecer del tribunal, que aconsejó que el tiempo gastado en ponerse el mono fuera incluido en la jornada laboral, aunque rechazó la pretensión del mecánico de sumar también la ducha.
La Audiencia se remite a jurisprudencia previa del Tribunal Federal de la Laboral, que estableció que el tiempo invertido en cambiarse formaba parte de la jornada si el uniforme es un requisito establecido "en interés" de la propia empresa y si está prohibido usar la ropa propia en el trabajo.
En este caso, el mecánico estaba obligado a vestir un pantalón de peto, una camiseta y una chaqueta o un chaleco y todas las prendas debían llevar al logotipo de la empresa.
Según el acuerdo alcanzado, el taller y el mecánico acordaron fijar un periodo de cinco minutos al comienzo de la jornada y de otros cinco al final para cambiarse, incluidos en el sueldo, por lo que el empleado percibirá 375,04 euros no cobrados en el pasado.
Respecto a la ducha, la Audiencia muestra más dudas, ya que, a su juicio, es "difícil delimitar en qué grado el ensuciarse en el trabajo puede dar derecho a una ducha dentro de la jornada laboral, ya que siempre entrará en juego una valoración personal".
En su opinión, está claro que se debe pagar el tiempo empleado en lavarse "por razones imprescindibles de higiene", pero en el caso del mecánico el tribunal recuerda que al acabar la jornada la ropa de trabajo quedaba en el taller y que éste se encargaba de su limpieza.
"Es cuestionable también si diez minutos para una ducha no es demasiado tiempo", añade la Audiencia en referencia a la demanda planteada por el mecánico, que exigía incluir al final de la jornada laboral esos diez minutos de ducha.
Según explica el tribunal, debe aclararse todavía si el acuerdo alcanzado, que puede ser recurrido, será de aplicación al resto de mecánicos del taller; quince de ellos ya han pedido cobrar por el tiempo que emplearon en ponerse el peto.