
El presidente de Turquía, Receo Tayyip Erdogan, ha vuelto a negar este jueves el genocidio armenio, asegurando que las cifras armenias sobre las masacres son "infundadas", según ha informado el diario turco 'Today's Zaman'.
"Estamos dispuestos a reabrir nuestros archivos militares. No tenemos miedos ni preocupaciones por esta cuestión. Nuestros ancestros no persiguieron (a los armenios", ha agregado, durante una ceremonia por el centenario de la batalla de Gallipoli durante la Primera Guerra Mundial.
Ankara ha incrementado su campaña diplomática en las últimas semanas, llamando a consultas a sus embajadores en Vaticano y Austria después de que el Papa y el Parlamento del país europeos describieran las matanzas como un genocidio.
Este mismo jueves, el presidente de Alemania, Joachin Gauck, ha descrito este jueves las masacres como un genocidio, un término que había sido evitado hasta la fecha por las autoridades del país europeo.
"El destino de los armenios es un ejemplo de la historia de destrucción masiva, limpieza étnica, expulsiones y genocidios que marca de forma terrible el siglo XX", ha dicho el mandatario alemán.
Asimismo, ha afirmado que "los alemanes han de llegar a un acuerdo con el pasado respecto a su responsabilidad compartida, e incluso complicidad, en el genocidio de los armenios", tal y como ha informado el diario alemán 'Bild'.
Turquía no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieran, pero no admite que se tratase de un genocidio, y arguye que las muertes no fueron resultado de un plan de exterminio masivo dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso periodo de la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, es generalmente reconocido como el primer genocidio sistemático de la Edad Moderna y es el segundo caso más estudiado, por detrás del Holocausto judío.