La abstención ha sido la nota predominante en las elecciones celebradas en las regiones italianas de Emilia-Romagna (norte) y Calabria (sur), un examen crucial para el primer ministro del país, Matteo Renzi, pues son los primeros comicios tras las europeas.
Según los primeros datos sobre participación, un 36,5% de personas acudieron a las urnas en Emilia-Romagna, un dato inferior al registrado en 2010, cuando lo hizo el 68,1%.
La abstención también fue la nota predominante en los colegios electorales de la región de Calabria, donde un 37,4% de ciudadanos fueron a votar, frente al 59,3% de 2010.
Estas son las primeras elecciones celebradas en el país tras los pasados comicios europeos, en los que el Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, en el poder, obtuvo más del 40% de los votos.
Se trata, por tanto, de la primera prueba política para comprobar con cuántos apoyos cuenta el ex alcalde de Florencia, criticado en los últimos meses por las medidas que quiere poner en marcha, como la polémica reforma del Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores.
Este artículo del 20 de mayo de 1970 protege a los profesionales de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes y avala su derecho a obtener una indemnización o a ser reintegrados en su empleo.
El Ejecutivo propone ahora modificarlo para incentivar la contratación y la creación de puestos de trabajo, una iniciativa que ha sido condenada por los sindicatos, que han convocado una huelga general para el próximo 12 de diciembre.
Aún así, las encuestas sobre la intención de voto en estas elecciones regionales, realizadas durante las semanas previas a estos comicios, dan la victoria en ambas zonas a los candidatos del PD: Stefano Bonaccini en la región de Emilia-Romagna y Mario Oliverio en Calabria.
Lo que también apuntan los sondeos es a un avance del partido conservador de Matteo Salvini, la Liga Norte, que incluso podría superar a Forza Italia, del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, partido que tradicionalmente ha dominado en el sur.
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Renzi niega un adelanto