
El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue puesto bajo investigación formal el miércoles, dijo la oficina del fiscal, debido a las sospechas de que intentó utilizar su influencia para desbaratar unas pesquisas sobre su campaña electoral de 2007.
El paso, frecuente pero que no siempre acaba en juicio, es un gran revés para la esperanza de Sarkozy de regresar después de ser derrotado en los comicios de 2012 por su rival socialista François Hollande. El político conservador niega haber cometido cualquier ilegalidad en una serie de investigaciones en las que ha estado implicado directa o indirectamente.
Los magistrados instructores lo investigan para determinar si utilizó su influencia para conseguir los detalles filtrados de una investigación sobre supuestas irregularidades en su victoriosa campaña electoral del 2007. Está acusado de tráfico de influencias, corrupción y beneficiarse de "la violación del secreto profesional", dijo la oficina del fiscal.
El político de 59 años fue informado en la madrugada del miércoles por magistrados investigadores, después de estar detenido hasta cerca de la medianoche del martes bajo custodia policial.
Pocas horas antes, su abogado y un juez implicado en el caso fueron puestos de manera similar bajo una investigación formal por sospechas de tráfico de influencias, dijeron sus abogados.
El someter a un sospechoso a una investigación formal significa que existen "pruebas serias o consistentes" que apunta a la probable implicación en un supuesto delito.
El tráfico de influencias puede ser castigado con hasta cinco años de prisión y una multa de 500.000 euros.
Es la segunda vez que el expresidente, quien perdió la inmunidad presidencial frente a los procesos legales al dejar el cargo en junio de 2012, es sometido a una investigación judicial de este tipo. La primera vez ocurrió en 2013, pero el caso en su contra fue posteriormente descartado.