El magnate Petró Poroshenko lidera el escrutinio de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Ucrania con el 54,06% de los votos, según la Comisión Electoral Central (CEC) ucraniana. Poroshenko se declara vencedor en Ucrania y asegura que nunca reconocerá la "ocupación de Crimea".
Estos datos, que confirman la victoria de Poroshenko en la primera vuelta, corresponden, según la CEC, al cómputo del 26% de las actas electorales o a 4,7 millones de sufragios emitidos. En segundo lugar se sitúa la ex primera ministra Yulia Timoshenko con el 13,2% de los sufragios, seguida del líder del Partido Radical de Ucrania, Oleg Liashko, que obtenía el 8,46%.
Las cifras preliminares coinciden con los resultados de las encuestas a pie de urna, que anoche le permitieron a Poroshenko proclamarse vencedor en la contienda electoral ya en la primera vuelta.
Otros dos de los veintiún candidatos en liza conseguían más del 5% de los votos: el exministro de Defensa Anatoli Gritsenko (5,52 %) y el ex viceprimer ministro Serguéi Tigipko (5,05 %).
El líder del partido nacionalista Svoboda (Libertad), Oleg Tiagnobok, se situaba en el décimo lugar con apenas el 1,17% de los votos, seguido del máximo dirigente de la organización ultranacionalista Sector de Derechas, Dmitri Yárosh, que obtenía el 0,68%. Estas dos organizaciones tuvieron un papel protagonista en la revuelta popular que el febrero pasado derrocó al régimen del presidente Víktor Yanukóvich.
La CEC indicó que la participación en los comicios, boicoteados por los rebeldes prorrusos en las regiones surorientales de Donetsk y Lugansk, fue del 60%, aunque precisó que este dato se refiere a 187 de las 225 circunscripciones electorales de país, por lo que podría sufrir modificaciones.
La reacción de Poroshenko
Tras conocerse estos resultados, el magnate ucraniano ha anunciado que espera mantener su primer encuentro con las autoridades rusas como nuevo jefe de Estado de Ucrania durante la primera quincena del mes de junio y ha asegurado que la estabilidad en el este de su país será imposible sin la colaboración de Moscú.