
El Parlamento griego ha levantado parcialmente este domingo de madrugada las restricciones existentes sobre los desahucios, en consonancia con las exigencias de la Troika --conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional--, pero que ha vuelto a evidenciar las grietas en el seno de Nueva Democracia, el partido del primer ministro, Antonis Samaras.
La nueva ley sobre los desahucios suprime de forma parcial la moratoria y contempla la confiscación de las propiedades de aquellos propietarios que no puedan pagar sus hipotecas. Sin embargo, extiende hasta enero de 2015 la protección a las clases más bajas. Este levantamiento no afectará a las primeras viviendas cuyo valor no rebase los 200.000 euros.
La reforma también define un número máximo de propietarios susceptibles de ser autorizados para devolver los préstamos hipotecarios a los bancos cada mes, en caso de que la familia sufra dificultades financieras.
La mora en Grecia se ha incrementado un 29% este año después de repuntar un 24% en 2012, según los últimos datos del Banco Central de Grecia.
Asimismo, el Gobierno ha sobrevivido a una segunda votación, clave en el programa de políticas fiscales acordado con la Troika. El Parlamento ha aprobado la unificación del impuesto de propiedades que supondrá la recaudación de 2.500 millones de euros el próximo año, según los cálculos del Ejecutivo.
UNA MAYORÍA CADA VEZ MÁS DÉBIL
Aunque la ley de los desahucios ha sido aprobada con 152 votos a favor y 141 en contra, un nuevo diputado de Nueva Democracia, Vyron Polydoras, ha votado en contra de la ley y su grupo parlamentario le ha expulsado, minimizando así la escueta mayoría absoluta que mantiene por su pacto de coalición con el Partido Socalista Panhelénico (PASOK).
El diputado del PASOK, Apostolos Kaklamanis, no ha votado la ley, aunque posteriormente ha aclarado que se ausentó de la votación debido a motivos de salud, según ha informado el periódico griego 'Kathimerini'.
Con la salida de Polydoras, la coalición gobernante aglutina 153 diputados, de los cuales 126 pertenecen a la conservadora Nueva Democracia y el restante a PASOK, en un Parlamento con 300 escaños y una oposición cada vez más crítica con el Gobierno heleno.
Nueva Democracia ha reprochado el voto en contra de Polydoras "en un momento en el que el Gobierno está intentado sacar a Grecia de la crisis económica con éxito", según ha señalado en un comunicado.
"Polydoras ha elegido concienzudamente oponerse a estos esfuerzos y a su partido, identificándose con los antieuropeos, los populistas, los defensores del drachma (la antigua moneda de Grecia) y aquellos que reniegan el esfuerzo nacional para salvar el país", apostilla Nueva Democracia.
El ya exdiputado conservador confirmó el viernes su negativa a apoyar estas dos leyes fundamentales para desbloquear las negociaciones con la Troika, aplazadas por tercera vez en los últimos meses.
No obstante, los ministros de Finanzas, Yanis Stournaras, y el de Desarrollo, Costis Hatzidakis, realizaron varias modificaciones de última hora en ambos proyectos de ley para asegurarse el apoyo de la totalidad, a excepción de Polydoras, de la bancada de la coalición gubernamental.