Europa

Un pueblo de Noruega se ilumina con espejos gigantes

Bienvenidos a Rukan, un pueblo de Noruega que hasta hoy pasaba seis meses al año sin ver la luz del sol. Se encuentra en un valle tan profundo que los rayos no llegan hasta él.

Tan oscuro era que, de septiembre a marzo, los vecinos se reunían en la Plaza Mayor dos minutos para rebañar los únicos rayos de sol del día.

Pero todo cambió cuando a uno de ellos se le ocurrió algo tan sencillo como eficaz. Instalar tres espejos gigantes en la parte de la montaña que sí recibe la luz del sol y hacerlos girar hacia donde no llega nunca. Al principio algunos desconfiaban, sobre todo los más mayores.

Pero el día de la inauguración el pueblo entero se vistió de largo y acudió a la plaza como si hubiera tocado la lotería. Y entonces, sucedió el milagro.  Los vecinos volvieron a sentir sobre sus rostros la luz del sol.

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