La Santa Sede ha decidido apartar temporalmente al obispo de Limburgo (Almemania), Franz-Peter Tebartz-van Elst, de su diócesis, después de investigar el coste de la construcción de su sede episcopal, que ha ascendido a 31 millones de euros.
Como consecuencia, desde este miércoles se ha nombrado como vicario general de la diócesis de Limbrugo al deán de Wiesbaden (en el estado de Hesse), Wolfang Rösch, que administrará la diócesis durante la ausencia del obispo, al que la prensa alemana ya ha bautizado como 'obispo del lujo'.
El Pontífice se reunió el pasado 17 de octubre con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, y el pasado 21 de octubre tuvo un encuentro con el obispo de Limburgo.
Poco antes de esta decisión, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Robert Zollitsch, ya había reconocido que la iglesia católica de su país padece un "tremendo problema de credibilidad" a causa de las acusaciones de despilfarro contra el obispo de Limburg (oeste).
"Tenemos un tremendo problema de credibilidad. Y la iglesia en Alemania carga con las consecuencias", afirmaba Zollitsch en unas declaraciones que publica hoy el diario populista alemán Bild.
Este prelado ha levantado una fuerte controversia en Alemania, además de por su comportamiento autoritario, por construirse una nueva residencia por un coste que asciende ya a 40 millones de euros, según el prestigioso Frankfurter Allgemeine Zeitung, frente a los 5,5 millones inicialmente anunciados.