La cumbre de los líderes del G20 comienza este jueves en San Petersburgo con la agenda económica centrada en la consolidación del crecimiento y la recuperación del empleo. Aunque no forme parte del orden del día, el debate abierto sobre Siria planeará sobre la cumbre, con las posiciones claramente enfrentadas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el ruso Vladimir Putin, que ejerce de anfitrión en el G-20 y ha calificado de "gran tontería" el ataque químico. Mariano Rajoy llega a la cita con un mensaje bastante alejado del posible ataque centrándose en la mejora de la economía española después de que el año pasado estuviera al borde del rescate.
Después de que Obama haya anunciado su intención de pedir autorización al Congreso de EEUU antes de atacar Siria, Putin ha asegurado que el Congreso estadounidense no tiene derecho a aprobar el uso de la fuerza contra Siria sin una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y ha subrayado que si lo hace sería un "acto de agresión".
Mientras, una comisión del Senado de Estados Unidos aprobó el miércoles una resolución autorizando una acción militar limitada contra Siria, al tiempo que un ex ministro de Defensa sirio, el general Ali Habib, se convirtió en el miembro de mayor rango de la secta alauí en desertar del Gobierno del presidente Bashar al Asad.
Habib había estado bajo arresto domiciliario desde que renunció en protesta por la represión de Asad a las manifestaciones en 2011, pero llegó a la frontera turca el martes por la noche con ayuda de potencias occidentales, dijo a Reuters Kamal al Labwani, miembro de la opositora Coalición Nacional Siria.
Otras fuentes también dijeron que Habib había escapado pero la televisión estatal siria negó que hubiera dejado su casa. El Ministerio de Relaciones Exteriores turco dijo que no podía confirmar que el general hubiera desertado.
En Estados Unidos, una dividida comisión de Relaciones Exteriores del Senado aprobó un borrador de resolución que permite el uso limitado de la fuerza militar en Siria por 10 votos a favor y siete en contra.
La decisión del comité -que autoriza una acción militar más restringida que la propuesta del presidente Barack Obama- allana el camino para que el Senado someta a votación la medida, algo que está previsto para la próxima semana.
Washington y Rusia, el principal aliado de Siria, seguían públicamente en desacuerdo sobre los planes de Estados Unidos de atacar a las fuerzas de Assd, pero ambos países establecieron la posibilidad de salir del punto muerto cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, reciba a los líderes del grupo G-20 durante una cumbre el jueves.