Europa

Letta exige medidas para paliar "ya" los estragos del paro y la austeridad

Ernrico Letta y Grançoise Hollande. Imagen: REUTERS

El primer ministro italiano, Enrico Letta, prosiguió ayer en Bruselas con su periplo europeo. Si bien pidió de manera contundente que Europa mueva ficha y apueste por el crecimiento en la cumbre de junio, también dejó claro que no va a negociar su objetivo de déficit público para este año, del 2,9%. Letta:"Un continente como el nuestro no puede estar sólo unido por la moneda"

Letta calificó como una "pesadilla nacional" el paro en Italia, especialmente el que afecta a los más jóvenes y por eso pidió ayer nuevas medidas que devuelvan la esperanza a los europeos sin más dilaciones, "en junio, no el próximo año". "Los ciudadanos europeos deben ver a Europa como instrumento de respuestas positivas y no como instrumento de respuestas negativas", resaltó Letta, quien dijo que termina su gira europea "más optimista" que cuando la empezó.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recogió el guante, al menos parcialmente. Barroso reconoció que el Pacto por el Crecimiento suscrito el año pasado no ha cumplido las expectativas y que los 6.000 millones en fondos europeos presupuestados para el periodo 2014-2020 con el propósito de luchar contra el paro juvenil no son suficientes.

Por eso, el presidente del Ejecutivo comunitario prometió que en la cumbre de junio habrá alguna señal a favor del crecimiento, sin especificar nada. "Lo ideal sería combinar lo que podemos hacer con instrumentos europeos con los esfuerzos a nivel nacional", dijo.

Letta quiso mostrarse en Bruselas como un socio fiable que, lejos de tentaciones berlusconianas, va a proseguir el camino de Monti.

Barroso le ofreció su apoyo y volvió a resaltar que la austeridad y el crecimiento no tienen por qué ser incompatibles sino que "van de la mano" y que "cada euro que se gasta en la financiación de la deuda no se gasta en crecimiento económico".

Aliados contra Merkel

El miércoles, en París, Enrico Letta se encontró en territorio amigo y con un presidente en busca de aliados frente a la canciller alemana, Angela Merkel. En sus declaraciones se pudo anticipar lo que serán las grandes batallas del próximo Consejo Europeo de junio, para el cual ya se empiezan a diseñar los juegos de alianzas y París y Roma podrían encontrarse del mismo lado en contra de Berlín. El primer ministro italiano y el presidente francés dijeron que su prioridad será la unión bancaria y el crecimiento.

François Hollande pidió que "la trayectoria presupuestaria se adapte a la realidad del crecimiento" y reclamó a sus socios europeos que hagan prueba de determinación para impulsar el crecimiento al igual que lo hacen para luchar contra el déficit. "Es la hora del crecimiento" sentenció el mandatario galo.

El líder italiano se mostró de acuerdo con la necesidad de relajar las políticas de austeridad y se pronunció a favor de una política de crecimiento "global, con una dimensión a escala europea". El primer ministro italiano hizo especial hincapié en aprobar rápidamente la unión bancaria. "No se puede perder más tiempo" recalcó el dirigente.

Hollande y Letta advirtieron sobre los riesgos de seguir con un ajuste indefinido del cinturón. "Hay que mostrar a los ciudadanos que Europa los está ayudando. Si al contrario, Europa los desmoraliza, acabaremos en un desastre democrático" advirtió el líder italiano.

Y como ejemplo puso a su propio país, sumido en una grave crisis política por el resultado de las elecciones legislativas de febrero, reflejo del gran descontento de los electores.

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