
La Justicia francesa le recordó este miércoles a Christine Lagarde que, a pesar de encontrarse lejos del país cumpliendo sus funciones de directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), aún penden sobre ella graves sospechas de desvío de fondos públicos durante la época en la que era ministra de Economía del expresidente Nicolas Sarkozy. Lagarde dice que el "abismo fiscal" pone en riesgo la supremacía económica de EEUU
Agentes de la brigada financiera de la policía francesa registraron el miércoles por la mañana su apartamento en París como parte de la investigación por el llamado "caso Tapie". Los jueces del Tribunal de Justicia de la República, instancia encargada de juzgar a los ministros por faltas cometidas durante el ejercicio de sus funciones, investigan si Lagarde usó su influencia para favorecer al empresario Bernard Tapie en el proceso de arbitraje que llevó al Estado francés a pagarle unos 400 millones de euros de indemnización por un litigio que se remonta a principios de los años noventa.
En aquella época, Bernard Tapie, un mediático empresario con buenas conexiones políticas, fue estafado por el banco Crédit Lyonnais, una entidad pública a la que había encargado la venta de sus acciones de la marca deportiva Adidas. Desde entonces, el caso seguía su curso interminable en los tribunales franceses hasta que en 2008, Christine Lagarde, entonces ministra de Economía, aceptó resolverlo ante un tribunal de arbitraje. Esta solución, habitual en casos comerciales, lo es menos cuando se ve implicado el Estado.
Cuando el tribunal de arbitraje falló a favor de Tapie y condenó al Estado francés a pagarle 285 millones de euros de indemnización más intereses, Lagarde decidió no recurrir la decisión ante los tribunales judiciales porque, como ella misma dijo, le pareció que era "la mejor solución" para poner fin al litigio. Lagarde tampoco tuvo en cuenta informes jurídicos que decían que el Estado tenía las de ganar frente a Tapie si recurría el arbitraje.
Presunta falsedad
Ante las sospechas de que la entonces ministra favoreció al empresario en detrimento del erario público, la Justicia francesa abrió la investigación en su contra en 2011 por presunta falsedad y complicidad en el desvío de fondos públicos. Unos cargos graves castigados con hasta 10 años de cárcel y 150.000 euros de multa. "La señora Lagarde no tiene nada que esconder", dijo ayer el abogado de la directora del FMI, Yves Repiquet, al confirmar el registro del apartamento de su clienta. "Este registro servirá para establecer la verdad y exonerar de toda responsabilidad penal a mi cliente" agregó el letrado.
No se descarta que los jueces del Tribunal de Justicia de la República llamen a declarar a Lagarde. Una segunda investigación se abrió sobre este caso a mediados de 2012 y las sospechas salpican a varios personajes del anterior gobierno, incluido el expresidente Sarkozy, quien tiene una relación estrecha con Tapie. El escándalo pesa como una espada de Damocles sobre la directora del FMI, quien podría verse obligada a dimitir si finalmente fuera imputada. De momento, la organización internacional no habla. "No sería apropiado que efectuáramos comentarios sobre un caso que ha estado y sigue estando en manos de la Justicia francesa" dijo a través de un comunicado el portavoz del FMI, Gerry Rice.