Europa

Benedicto XVI: "Lo que me sorprende no es el ateo sino el cristiano"

Papa Benedicto XVI. | Reuters

Benedicto XVI deja de ser Papa, pero durante su cargo se recordarán muchas frases que pasarán a la historia.

Una de las que más han marcado fue en su visita a el campo de concentración en Auschwitz el 28 de mayo del 2006 en el que se le preguntaba dónde estaba Dios cuando triunfa el mal, en momentos de destrucción. Sus palabras fueron claras: "Debemos seguir elevando, con humildad pero con perseverancia, ese grito a Dios: levántate. No te olvides de tu criatura el hombre".

Siempre atento a la actualidad, no ha perdido la oportunidad de opinar. "El hundimiento del comunismo no significa automáticamente la bondad del capitalismo" decía en el año 2007 en la residencia de Castelgandolfo. Sobre los temas económicos también se ha preocupado y así lo expresaba en la Jornada Mundial de la Paz: "Me preocupa la creciente desigualdad entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista, que se expresa también en un capitalismo financiero no regulado" . En otra de sus intervenciones, en concreto en el mensaje que realizaba en París, en la explanada de los Inválidos en el que decía: "El dinero, la sed de poseer, el poder e incluso el saber, ¿acaso no han apartado al hombre de su finalidad hacia la propia verdad?".

Sobre la vida y la muerte ha dado mucho de que hablar, algunas de sus declaraciones más conocidas fue en la Audiencia Nacional, en diciembre de 2007: "En una sociedad donde no hay algo por lo que valga la pena morir tampoco hay nada por lo que vivir".

Discursos polémicos en la historia hay muchos a los que Benedicto XVI ha hecho referencia en alguna ocasión como en el año 2006 cuando parafraseó al emperador bizantino Manuel II en el discurso de Ratisbona. "Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba".

En su visita a Líbano, en septiembre de 2012, dirigía estas palabras a los fieles:"El fundamentalismo es siempre una falsificación de las religiones".

Muchas de sus proclamas son las que ha hecho en Roma, de las más recordadas son las relacionadas con la falta del fe. "Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano".

Uno de los temas que más problemas le han traído a Benedicto XVI es el relacionado con los sacerdotes acusados de abusos a menores. Respecto a este tema ha sido tajante con explicaciones como esta:"La razón de los abusos por parte de sacerdotes sigue siendo un misterio. En lugar de mostrarles el camino a Cristo, a Dios, en lugar de dar testimonio de su bondad, abusaron de personas y minaron la credibilidad del mensaje de la Iglesia". Así clausuraba el Congreso Eucarístico en junio del 2012. Haciendo alusión a la pederastia, también ha dicho que "Hoy, las más grandes persecuciones a la Iglesia no vienen de fuera, sino de los pecados que hay dentro de la propia Iglesia. Es aterrador cómo sufre la Iglesia por esos ataques y esos pecados".

Otro de los temas de los que se ha atrevido hablar es el de la homosexualidad, del que asegura que "la homosexualidad es un desorden objetivo. La Iglesia católica debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a todas las personas homosexuales, pero exigiéndoles también que vivan en castidad". Estas palabras las realizó semanas antes de ser elegido Papa, en abril de 2005. Dos años antes, como cardenal realizaba las siguientes curiosas declaraciones. "Harry Potter es una de esas seducciones sutiles que escasamente son visibles, y precisamente por eso afectan profundamente (a los niños) y contaminan la fe cristiana en las almas aun antes que (la Fe) pueden crecer y madurar correctamente".

Si hay palabras que quedarán escritas para la historias del papado de Benedicto XVI son su primera misa una vez elegido como Papa y el día que anunció que abandonaría el pontificado. La primera fue el 18 de abril de 2005. "Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, es etiquetado con frecuencia como fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, el dejarse llevar, zarandear por cualquier viento de doctrina, parece ser la única actitud que está de moda". Respecto a la segunda, ocurría el 13 de febrero del 2013 y así lo anunciaba"queridos hermanos y hermanas, como saben, he decidido renunciar al misterio que el Señor me confió el 19 de abril de 2005. Lo he hecho en plena libertad por el bien de la Iglesia, tras haber orado largamente y examinar mi conciencia ante Dios.

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