
El Banco Central Europeo (BCE) y Bruselas tienen un mes de plazo para remover los cimientos de la Unión Europea (UE). Bajo las órdenes de los líderes de la UE, las principales instituciones europeas -BCE, Comisión Europea, Consejo de la UE y el Eurogrupo- trabajan en un plan global de reestructuración que pivota sobre cuatro puntos: reformas estructurales, unión bancaria, unión fiscal y unión política. El órdago lanzado supondría una reestructuración a fondo de la zona euro y colocarla ante la mayor reforma de sus principios conceptuales ya que se lograría una unión política y fiscal acercando a la UE al modelo político económico de EEUU.
Según publicó el dominical alemán Welt am Sonntag, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, recibió el encargo de los líderes tras la última cumbre informal de la UE, celebrada el pasado 23 de mayo en Italia que recibió el nombre de Cumbre del Crecimiento y a la que sólo asistieron Francia, Alemania, Italia y España, invitada por Angela Merkel y Mario Monti.
El objetivo de esta orden es elaborar una especia de hoja de ruta que afectará a "todos los niveles" de la UE y que busca dar una respuesta a las presiones internacionales para la superación de la zona euro. El plan global se presentará a los líderes en la cumbre de finales de junio donde debe ser discutido, perfilado y adoptado a más tardar a finales de este año, explica el rotatico alemán. El quid de la cuestión está en que se debe conseguir el mayor consenso dentro de la Unión y Alemania ya se ha mostrado en más de una ocasión contraria a tomar medidas que aceleren la unión fiscal, bancaria y, sobre todo, política ya que no está dispuesta a perder soberanía en favor de la UE. A su vez, tampoco se ha mostrado a favor de la emisión de eurobonos o la creación de una vía directa de ayuda a los bancos.
Ceder soberanía
En el lado opuesto a la tradicional postura alemana se ha situado el presidente español, Mariano Rajoy. El sábado, durante la clausura de las jornadas del Círculo de Economía, en Sitges, se mostró partidario de ceder soberanía y de dejar la política económica en manos de la UE. Eso sí, a cambio de que exista un control centralizado de la finanzas y se gestione la deuda.
"Hay que reforzar la arquitectura de la UE que supone avanzar en la integración o, si ustedes lo prefieren así, en una mayor cesión de soberanía, en particular, en el ámbito fiscal", aseguró el presidente español que fue un paso más allá al defender abiertamente la propuesta de la CE. "La reciente propuesta del presidente de la Comisión Europea, señor Barroso, de profundizar en la unión económica y monetaria con un calendario concreto y creíble, nos parece esencial para la resolución de la actual crisis. Y, dentro de esa propuesta, nos parece especialmente acertada su reflexión sobre la necesidad de integrar la supervisión bancaria, los fondos de garantía de depósitos y la creación de instrumentos para la capitalización directa de la banca europea", dijo Rajoy.
En este sentido, en la hoja de ruta que elabora la institución que preside Mario Draghi se apunta a la creación de un fondo de rescate para la banca en el que se ha llegado incluso a cuantificar en 90.000 millones de euros la recapitalización que necesitaría el sistema financiero español, uno de los más saneados y fuertes de mundo, según aseguró hace tres años el ya ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
El rescate bancario, es decir, permitir que las entidades financiera acudan directamente al fondo de rescate europeo, también supone un punto de conflicto con el gobierno de Angela Merkel que es más partidaria de dar el dinero a través de estado por lo que la intervención sería directa.
Dentro de los cuatro puntos del plan, además de la armonización política y fiscal, se incluirán medidas concretas para impulsar el crecimiento y no concentrarse únicamente en la austeridad, tal y como defendió François Hollande, nuevo presidente de la república francesa, y Merkel rechazó de plano.
De los cuatro puntos sobre los que trabajan las principales instituciones el que goza de más consenso es del la unión fiscal. En este sentido, Angela Merkel ya ha dado los primeros pasos para modificar ciertas posturas que hasta ahora han sido "inamovibles". La propia canciller la apuntó que la necesidad de desarrollar un programa global para reflexionar a cerca de como debe evolucionar la UE en los próximos cinco años por lo que en ningún caso llegaría a tiempo para ayudar a Bankia.