Europa

El rechazo a Merkel en las urnas regionales pone en riesgo su tercer mandato en Alemania

Angela Merkel pierde poder en las elecciones regionales alemanas.

Angela Merkel ha encajado una dura derrota en las urnas de Renania del Norte-Westfalia, el estado alemán más poblado. La Unión Cristiano Demócrata ha sido 'barrida' por el Partido Socialdemócrata, que ha conseguido un 38'8% de los sufragios, en una nueva muestra de la pérdida de influencia de la 'todopoderosa' canciller. ¿Será la próxima líder que caiga con la crisis?

La Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, ha logrado un 25,9 por ciento de los votos en las elecciones regionales en Renania del Norte-Westfalia, el estado alemán más poblado, el peor resultado para la formación conservadora desde la II Guerra Mundial, según las últimas proyecciones publicadas por la televisión pública ARD.

Los comicios de Renania del Norte-Westfalia son la última prueba a nivel regional antes de los comicios federales previstos para el año próximo, en los que la canciller Merkel aspira a revalidar los apoyos suficientes para gobernar en el que sería su tercer mandato. Este resultado impulsa al SPD a nivel nacional y convierte a  Merkel, la política más popular de Alemania, en vulnerable por primera vez en mucho tiempo.

La victoria del SPD puede ser considerada como una doble derrota para la canciller: Renania del Norte-Westfalia rechazaría a su partido y la disciplina fiscal que ha impuesto a países de la zona euro muy endeudados como Grecia.

Con el derrumbe en esta cita electoral, parece ceñirse un poco más la soga alrededor del cuello de Merkel, que podría convertirse en la próxima líder europea engullida por la crisis económica.

Líderes destronados

La derrota de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales francesas, supuso el cambio de gobierno número doce producido en Europa desde 2010, fecha en que la crisis económica y financiera comenzó a afectar a la eurozona y al resto de países de la Unión Europea.

En estos dos años, los electores han castigado a los partidos en el poder, con independencia de su adscripción ideológica, pero en algunos países se ha constatado un ascenso de la extrema derecha, con postulados nacionalistas, antieuropeos, proteccionistas y xenófobos (Bélgica, Holanda y Finlandia).

En Francia el ascenso de la extrema derecha se evidenció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el pasado 23 de abril, cuando la candidatura de Marine Le Pen cosechó un 17,9 por ciento de los votos.

Todo comenzó en Reino Unido

Los cambios políticos en Europa por culpa de la crisis se iniciaron en mayo de 2010, con las elecciones generales en Reino Unido, donde los laboristas sufrieron la mayor derrota de su historia y donde los conservadores tuvieron que formar un gobierno de coalición con los liberales, el primero en 70 años.

Siguieron los comicios en Bélgica y Holanda, en junio de 2010, en los que los electores también rechazaron a los partidos en el poder. Los belgas castigaron a los democristianos y convirtieron en el principal partido del parlamento federal a los separatistas flamencos del N-VA, seguidos de los socialistas valones.

En Holanda también perdieron los democristianos, frente a los liberales, aunque lo más destacado fue el avance del PVV, de extrema derecha, tercera fuerza más votada. Su apoyo fue fundamental para sostener el gobierno de coalición de liberales y democristianos y su rechazo a los recortes para reducir el déficit provocó la dimisión del ejecutivo holandés el 23 de abril de 2012. El próximo 12 de septiembre habrá elecciones legislativas.

Relevos en Irlanda, Portugal y España

En 2011 se produjeron más relevos en el poder. En febrero Irlanda, intervenida desde diciembre de 2010, celebró elecciones generales anticipadas, en las que el Fianna Fail (Partido Republicano), en el poder desde 1997, sufrió una importante derrota frente al conservador Fine Gael, que consiguió 76 de los 166 escaños.

Le siguió Portugal en junio, cuando los conservadores del PSD ganaron a los socialistas, cuyo gobierno debió aceptar una intervención en mayo de ese año.

Los daneses en septiembre dieron la victoria al bloque de centroizquierda en los comicios generales, frente al centroderecha, en el poder desde el 2000.

En España, las elecciones generales celebradas el pasado 20 de noviembre dieron la mayoría absoluta al conservador Partido Popular, frente a los socialistas del PSOE.

Grecia e Italia, casos especiales

Grecia, que también celebró elecciones generales el pasado 6 de mayo, e Italia, fueron dos casos especiales, ya que sus ejecutivos fueron sustituidos por "gobiernos tecnocráticos", encabezados por personalidades muy próximas a la UE.

En Grecia, el primer ministro, Giorgios Papandreu, dimitió el 9 de noviembre, presionado por la comunidad internacional y por la incertidumbre sobre un segundo rescate, y fue sustituido por Lucas Papadimos, que había formado parte del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). Los conservadores de Nueva Democracia fueron el partido más votado en las elecciones generales anticipadas, pero los ajustados resultados no les permitirán gobernar en solitario.

En Italia, el gobierno de Silvio Berlusconi cayó el 12 de noviembre y al día siguiente el presidente de la república, Giorgio Napolitano, le encargó al excomisario europeo Mario Monti la formación de un nuevo ejecutivo.

Finlandia mantiene su gobierno conservador tras las elecciones generales de abril de 2011, que ganó por un estrecho margen. Pero lo más destacado fue el ascenso del ultraderechista Verdaderos Finlandeses. Logró 39 diputados, ocho veces más que en 2007.

El triunfo de la derecha se confirmó en las elecciones presidenciales de febrero de 2012, con la victoria de Sauli Niinistö, primer presidente conservador desde 1956.

En Eslovaquia, tras las elecciones generales del 10 de marzo de 2012, los socialdemócratas se impusieron al bloque conservador, que gobernaban desde 2010.

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