
El sistema penitenciario noruego es conocido como uno de los más progresistas del mundo. Anders Breivik se está beneficiando de esto en sus días de reclusión durante el juicio, que disfruta en una cárcel mucho más confortable que tantos pisos del centro de Madrid.
Breivik está recluido en la prisión de Illa, a las afueras de Oslo. No vive en una celda, sino en un espacio aislado constituido por tres estancias: un gimnasio, el despacho y el dormitorio, como recoge el diario El Confidencial. Las vistas desde la prisión son de postal.
La vida del asesino de Utoya no podría ser más dulce. Sale a diario a dar paseos, escribe por las noches, y cuenta con un ordenador, videojuegos y una gran colección de DVDs. También medita y practica ejercicios de tradición asiática.
La cárcel más humana del mundo
No es, sin embargo, la cárcel en la que previsiblemente pasará Breivik hasta 21 años. Tras el juicio, el asesino de Utoya podría ser trasladado a una prisión con mayor seguridad, la de Halden, que es la segunda en envergadura del país.
La prisión de Halden es conocida como "la cárcel más humana del mundo", y sus comodidades superan a las que actualmente disfruta Breivik. Cuenta con televisores de plasma en las celdas, cocina compartida, estudio artístico y baños individuales. Los reclusos reciben clases de música, cocina y pintura, y se intenta crear un ambiente familiar.
La sociedad noruega, satisfecha de su sistema penitenciario, sin embargo considera excesiva la dulce vida que lleva Breivik tras haber perpetrado la masacre que acabó con la vida de decenas de jóvenes noruegos.