Europa

El ajuste de Londres recortará 1.200 euros a cada familia

El primer ministro británico, David Cameron.

El ministro del Tesoro británico, George Osborne, debe identificar 34.000 millones de libras (unos 38.000 en euros) en recortes y subidas de impuestos en el Presupuesto de emergencia de la próxima semana, si quiere cumplir el compromiso de acelerar el recorte del déficit.

Es el diagnóstico del prestigioso Instituto de Estudios Fiscales, tras revisar el chequeo al que la nueva Oficina de Responsabilidad Presupuestaria ha sometido a las previsiones económicas. Tras semanas de especulaciones sobre potenciales objetivos de la tijera más severa desde los 80, las familias ya pueden hacer cuentas: atacar el agujero presupuestario costará a cada una anualmente unos 1.200 euros.

Menos crecimiento

El organismo establecido para garantizar la independencia de las cifras rebajó al 2,6% el crecimiento estimado para el próximo año, respecto al "optimista" 3,25 cifrado por los laboristas. Aunque la diferencia no llega ni al punto, la determinación de la coalición por detener la sangría de la deuda permite comenzar a vaciar la cartera del gasto. Si el proceso se limita a áreas no protegidas, el instituto calcula que los futuros presupuestos podrían verse recortados hasta un tercio, es decir, unas diez veces los 7.000 millones que ya se han dado a conocer para el plazo inmediato.

No obstante, aplicarlo es complicado y, por ello, el think tank recomienda objetivos más asequibles en materia presupuestaria, que el Gobierno debería ir combinando con un paulatino incremento de la carga fiscal. De momento, los responsables de la Oficina Presupuestaria rechazan estimar el impacto de recortes y subida de impuestos en el crecimiento, si bien facilitarán una actualización cuando el ministro dé a conocer las cuentas. Los analistas, incluidos el Banco de Inglaterra, dan por hecho que habrá una rebaja, como consecuencia de cómo el endurecimiento de las medidas repercutirá en el PIB.

Como posibles víctimas de éstas aparecen capítulos hasta hace poco intocables, como las pensiones del sector público. Sin embargo, según estimaciones del organismo, en el próximo lustro se duplicarán, hasta superar los 11.000 millones en 2015, o lo que es lo mismo, 4.500 euros por contribuyente. Una tendencia "insostenible", en palabras del viceprimer ministro, que anunció cambios, como los ya aplicados por el ámbito privado. No en vano, éste ha rebajado las cuantías para sus trabajadores, que ven, por contra, cómo sus impuestos aumentan para financiar un modelo, según Nick Clegg, "injusto" y pendiente todavía de reforma.

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