El volcán islandés Eyjafjallajokull, que ha causado el caos aéreo en toda Europa, continúa en erupción pero la expulsión de cenizas es "mucho menor", según ha informado hoy miércoles la oficina meteorológica islandesa. Desde el sábado, su actividad se habría reducido en un 80% y es "realmente insignificante".
"El volcán continúa activo y no vemos indicios de que vaya a acabar", ha declarado sin embargo una responsable del centro, Gudrun Nina Petersen, en rueda de prensa. "Hay menos ceniza, probablemente la misma que ayer", ha añadido. "La nube es muy baja, la mayoría de la ceniza está descendiendo y se mantiene por debajo de los 6.000 metros", ha precisado.
"La cantidad de ceniza que se produce es mucho menor, pero está más contaminada", ha explicado, por su parte, Sigurdur Gislason, del Instituto de Ciencias Geológicas. Esta ceniza probablemente afecte sobre todo a las zonas próximas al volcán, precisó.
"La emisión de cenizas ha disminuido. Es realmente insignificante en este momento", ha declarado por su parte Pall Einarsson, sismólogo del Instituto de Ciencias de la Tierra, durante una conferencia de prensa organizada por el gobierno islandés en Reykjavik. "Pero el volcán no está dormido. Las sacudidas sísmicas son más fuertes que nunca", añadió. "No vemos señal de un final (de la erupción) y no podemos predecir cuándo cesará. Algunas personas les darán respuestas, pero si lo hacen, éstas serán falsas", prosiguió.
Se estudian otros volcanes en la zona
El pequeño volcán Eyjafjöll, ubicado bajo un glaciar del sur de Islandia, entró en erupción el 14 de abril, con una enorme emisión de cenizas que paralizó el tráfico aéreo en Europa por temor de que las partículas dañen los reactores de los aviones.
También se está investigando de cerca el volcán Katla, próximo al lugar y potencialmente más peligroso, pero de momento no hay indicios de que vaya a entrar en actividad, han añadido los mismos expertos.