Massimo Tartaglia, el hombre que agredió al primer ministro italiano Silvio Berlusconi al término de un mitin este domingo en Milán, se disculpó este lunes con el mandatario en una carta y expresó su malestar por haber cometido "un acto superficial, cobarde e irreflexivo". Además, aseguró que había actuado por su cuenta y en solitario.
Tartaglia manifestó "su sentido disgusto" y afirmó que no se reconoce en la agresión, informaron sus abogados, Daniela Insalaco y Gian Marco Rubino, a través de un comunicado.
Tartaglia, de 42 años y que desde hace diez se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, así lo aseguró a los investigadores, según fuentes penitenciarias referidas por los medios de comunicación italianos.
El agresor de Berlusconi permanece actualmente aislado en la cárcel de San Vittore de Milán, donde fue trasladado tras atacar al mandatario con una reproducción en miniatura del Duomo (catedral) de la capital lombarda y que le causó heridas en el rostro, que obligaron a su hospitalización.
Tartaglia admitió ante el fiscal, al ser interrogado tras la agresión, que había actuado debido a una fuerte aversión por las políticas del partido del Pueblo de la Libertad, liderado por Berlusconi, y por las del primer ministro, según las mismas fuentes.
El agresor relató a los investigadores que asistió al mitin de Berlusconi pero se fue antes de que acabara porque no estaba de acuerdo con sus afirmaciones.
Sin embargo, mientras se dirigía a la boca del metro en la plaza del Duomo vio cómo un grupo de personas protestaban en contra de Berlusconi, momento en el que retrocedió y lanzó el souvenir al jefe del Ejecutivo.
El diario Corriere della Sera publica este lunes en su edición digital que los investigadores indagan entre las amistades de Tartaglia, para establecer si alguien pudo inducirle a cometer la agresión.
Frenar la violencia
Por otro lado, la Fiscalía de Roma abrió este lunes una investigación para identificar a los responsables de los grupos de la red social Facebook creados en apoyo a la acción de Tartaglia.
En esta línea, el ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció este lunes que estudia medidas para bloquear los sitios de Internet que fomenten la violencia, en referencia a esos grupos que aplauden la agresión.
Berlusconi presenta una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, además de la rotura de dos dientes y una fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.
El primer ministro, que fue ingresado en el hospital San Raffaele, de Milán, iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos decidieron tenerle una noche más en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones, informó el doctor Alberto Zangrillo.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, por su parte, afirmó que es necesario "parar" la "exasperación peligrosa" que atraviesa la política italiana.
"Tenemos que impedir que renazcan formas de violencia que Italia en un pasado no muy lejano ya ha conocido y que ha pagado duramente", manifestó Napolitano, al tiempo que añadió que "en un momento como éste no tiene sentido que unos echen la culpa a los otros del clima (de tensión) que se ha creado" en el país.