Todavía no han sido nombrados y sin embargo los nuevos cargos de la Unión Europea tras la entrada en vigor del 'Tratado de Lisboa' ya están creando un pequeña crisis en Bruselas. Tras múltiples negativas, la última novedad apunta a la ex presidenta letona Vaira Vike-Freiberga como tapada para acceder a la presidencia de la UE, un cargo que va perdiendo peso político.
La propia protagonista aseguró este miércoles que está dispuesta a aceptar el cargo de presidenta del Consejo si los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea la apoyan y que "haría un buen trabajo" si esto ocurriera. Asimismo, criticó el procedimiento empleado para elegir este nuevo cargo y lamentó que no haya candidatos de Europa del Este ni mujeres.
"Si me dieran la oportunidad creo que haría un buen trabajo", afirmó rotunda al ser preguntada sobre si aceptaría convertirse en la primera presidenta permanente de la UE, el cargo de nuevo cuño que crea el Tratado de Lisboa, durante un almuerzo organizado por el Club de Madrid.
Vike-Freiberga dijo que había autorizado al primer ministro letón a que presentara oficialmente su candidatura al puesto a sus homólogos europeos, sobre todo teniendo en cuenta que "no se había mencionado a nadie del este de Europa, a nadie de los nuevos miembros, ni se había mencionado a ninguna mujer". Así pues, "aceptaría ser candidata, y luego que los jefes de Estado y de Gobierno no se quejen de que no tenían ninguna opción".
En cuanto a sus opciones de ser designada para el puesto, no quiso hacer "apuestas", subrayando además que las consultas que está llevando a cabo la presidencia sueca de la UE aún no han concluido y que todo se decidirá en el consejo extraordinario del 19 de noviembre, pero confió en que al menos los tres países bálticos respalden su candidatura.
"Estoy dispuesta a entrar en la batalla", añadió, bromeando con el hecho de que algunos la llamen "doña Quijote" y consideren que "pierde el tiempo" al ofrecerse como candidata.
La ex presidenta letona se mostró especialmente crítica con el modo en que se está procediendo a elegir al futuro presidente del Consejo así como al alto representante para la Política Exterior y vicepresidente de la Comisión, subrayando que es "difícil proceder como antes", cuando la UE era "un pequeño club de seis amigos".
No obstante, reconoció que el Tratado de Lisboa no establece cómo debería procederse en la elección ni tampoco una "descripción precisa de estos cargos". "Estamos abriendo una nueva página", subrayó, aunque admitió que no le sorprende que esta elección se esté haciendo como se había venido haciendo para otros nombramientos en el pasado.
Por otra parte, se mostró reacia ante la propuesta de Polonia de que los eventuales candidatos a los puestos hagan una especie de presentación de su candidatura ante los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante la cena del día 19. Vike-Freiberga subrayó que el presidente del Consejo no es un presidente de la UE y por tanto "no tiene que tener un programa propio".
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