El británico recluido desde 2004 en Guantánamo y que habría sido torturado con el conocimiento de su propio Gobierno ha aterrizado ya en Reino Unido. Se esperaba la llegada de Mohamed después de que, el pasado viernes, el Gobierno británico y el norteamericano acordasen su liberación.
Binyam Mohamed, de 31 años, aterrizó en un avión privado en la base de la Royal Air Force de Northolt, en Londres, a primera hora de la tarde y estuvo acompañado por agentes de la Policía Metropolitana y un médico que comprobó su estado de salud ante las consecuencias de la huelga de hambre de un mes a la que se sometió para protestar por su situación.
El joven ha avanzado en un comunicado su interés en que "se sepa la verdad" de lo ocurrido, mientras que, en declaraciones a los medios de comunicación, el ministro de Asuntos Exteriores, David Miliband, ha aclarado estar "encantado" por la noticia, pese a las importantes críticas que le ha generado la supuesta petición que elevó al tribunal londinense que evaluó el caso para que mantuviese en secreto las torturas y evitar de esta manera poner en riesgo la seguridad nacional. Miliband ha reivindicado el "trabajo duro" de las autoridades británicas "con él y con su equipo" para lograr la vuelta de Mohamed. "Doy la bienvenida a su decisión de cerrar Guantánamo y éste es el primer paso para otros procesos similares", ha concluído.
La posible complicidad del Reino Unido
El ciudadano británico de origen etíope ha reiterado que el Ejecutivo norteamericano lo torturó en episodios en los que también tomó parte la Inteligencia británica. Según ha argumentado, el peor momento fue, precisamente, cuando descubrió que los torturadores habían recibido material de Londres y, si bien ha declarado "no estar buscando venganza", ha subrayado su interés en que "se conozca la verdad y nadie en el futuro tenga que pasar por lo mismo".
Una acusación que intensificará un proceso que ha llevado ya a la fiscal general del Estado, la baronesa Patricia Scotland, a contactar con el director de la oficina de Delitos Públicos para "determinar si hay bases" para abrir una investigación criminal.
Por su parte, el portavoz del primer ministro, Gordon Brown, ha avanzado que "la seguridad pública es la máxima prioridad absoluta y la ministra de Interior adoptará todas las medidas adecuadas para mantener tanto la nacional como la internacional". "Tenemos un número de opciones a nuestra disposición para proteger a los ciudadanos de actividades relacionadas con el terrorismo, pero no estamos en posición de comentar casos individuales", ha aseverado.